El Concello, la Diputación y los promotores del Resurrection Fest realizaron el miércoles un balance conjunto de la última edición, "a máis internacional" en palabras de su director, Iván Méndez, con entradas vendidas en 43 países y 320 medios de comunicación tanto nacionales como foráneos acreditados, "un récord histórico". El subdirector, David Méndez, indicó que están a la espera de conocer los resultados del estudio económico encargado a la USC, un impacto que el diputado provincial de relaciones institucionales, Álvaro Santos, cifró en 13 millones. "O festival xera un volume de negocio similar ao Mundial de Rusia, porque o impacto no territorio é inmediato. Por cada euro investido pola Deputación –aporta 130.000– conseguimos un efecto multiplicador de cen euros", aseguró.
La alcaldesa, María Loureiro, hizo hincapié en la seguridad del evento, prueba de ello son "as numerosas nais e pais que acoden cos fillos", y dijo que en el punto lila se informó sobre agresiones y abusos sexuales pero "non houbo ningunha denuncia deste tipo". Reveló que el máximo responsable policial se quedó "sorprendido" por el orden y ausencia de altercados a la salida de los grandes conciertos y destacó el excelente funcionamiento del puesto de mando avanzado que desplazó el 112. A la regidora también le llamó la atención el "civismo" de los asistentes, que mantuvieron "practicamente limpo" Viveiro y además de reiterar el agradecimiento a los vecinos de Celeiro por su comprensión lo extendió a todos los trabajadores municipales, desde Policía Local a Protección Civil o las brigadas de obras y jardines, por su esfuerzo durante los días del festival.
El evento, dijo Loureiro, supone "unha publicidade impagable" para el municipio y por ello tanto ella como Álvaro Santos insistieron en el apoyo del Concello y la Diputación desde sus inicios.
Para el director esta fue la edición con el cartel "máis completo e potente" de la historia de un festival que según recordó tiene elementos diferenciadores como la iniciativa Resukids, que agotó plazas, "o que confirma que o Resu é un festival para toda a familia", o la fidelidad de un público "exemplar", "un dos mellores públicos do mundo, un completo exemplo de civismo e comportamento todos os días", dijo. Iván Méndez también insistió en el agradecimiento de la organización a los vecinos de Celeiro pues "o festival altera o seu día a día".
Los promotores comentaron que llevan cuatro meses trabajando en la próxima edición del evento, que se celebrará en fechas similares a las de este año, en torno a la primera quincena de julio.
"Esperamos para el próximo año tener más Resu y mejor", dijo David Méndez, quien recordó que el trabajo de la última edición no termina con la finalización de los conciertos, sino que quedan semanas por delante para desmontar el recinto y devolver el campo de Lavandeiras a su estado original.
