Regalos al filo de lo imposible esta Navidad

En la cuerda floja estarán en estas fiestas muchas tiendas mariñanas, cuyo género está llegando tarde y sin opción posible de reponer
Pablo Rodil está al frente del comercio PC Ribadeo. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Pablo Rodil está al frente del comercio PC Ribadeo. JOSÉ Mª ÁLVEZ

En épocas como la Navidad donde las ventas suponen un elevado porcentaje del año y tras meses subsistiendo, las tiendas de la comarca se enfrentan ahora a la incertidumbre de si tendrán o no género con que llenar las estanterías el mes próximo. Una crisis de suministros que afecta a establecimientos de todo el mundo y casi de todo tipo, pero los de ropa, calzado, juguetes o tecnología se ven en la cuerda floja ante la imposibilidad de ofrecer a los clientes todo lo que demandan estas fechas.

Son varios los factores que se han alineado en su contra, pero todos tienen como telón de fondo la pandemia de covid-19, que llevó a cerrar varias fábricas que, aunque volvieron a arrancar pasados unos meses, no lo hicieron al ritmo que tenían previamente. Son fábricas localizadas sobre todo en Asia, que abastecen a un mercado mundial que se ha acostumbrado a depender de la fabricación de piezas en hasta seis países para ensamblar una lavadora y que se sitúa al borde del colapso en algunas industrias, como la automovilística por la falta de chips.

Artículos que llegan en contenedores por mar han pasado de tardar semanas a demorarse varios meses

A menor escala, el encarecimiento de algunos materiales, la energía y los portes de los contenedores que vienen por mar hacen que se incrementen las demoras, a lo que se suma la falta de transportistas que ayuden a descargar las mercancías que llegan.

En A Mariña más que de una crisis de desabastecimiento se podría hablar de un problema de reposición, ante la imposibilidad de que la llegada del género que se reclama llegue a tiempo para satisfacer la demanda del cliente. Lo que antes llegaba en pocas semanas ahora tarda meses, situándonos casi fuera de temporada y con los artículos de moda ya casi obsoletos. Por ello, se espera que buena parte de ellos aprovechen el Black Friday de la próxima semana para adelantar las compras navideñas por miedo a quedarse sin estocaje.

El problema en la comarca es más de reposición que de suministros

Un problema que arrastran los comercios mariñanos desde hace meses, porque ya hubo retrasos en la llegada de colecciones de temporada. "Al final del verano siempre tenemos ya la colección de otoño e invierno, pero este año vino a cuentagotas y no sabemos si vamos a poder recibir todo", cuenta Manuel Gil, de la tienda de deportes Living Sport de Foz, de calzado y ropa deportiva.

Un establecimiento que a mediados de noviembre tiene ya problemas con algunos artículos, especialmente de calzado. "Hay modelos en los que ya no tenemos números y es imposible reponerlos, sobre todo de ciertas marcas", sentencia a solo unos pocos días del Black Friday, que en su tienda se estira a toda la semana.

Manu Gil regenta Living Sport en Foz. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Una falta de material que es común a todas las marcas, independientemente de donde se fabriquen. "También pasa con las hechas en España, porque se fabrica aquí, pero traen de fuera el poliéster y las gomas para las suelas", un problema que es la consecuencia de muchos otros, pero sobre todo por apostar por la fabricación en países del Asia Oriental. "Salía más barato pagar el transporte que fabricar en el sitio, pero ahora transporte no hay y los puertos están cerrados, así que no puede salir la mercancía", relata Gil, quien constata que hay gente a la que le está costando encontrar lo que busca, incluso en internet.

Una situación que viene a poner la puntilla al sector comercial, justo cuando empezaban a ver la luz de la recuperación. "La verdad que la gente salió del confinamiento con muchas ganas de hacer deporte y de pasear y los clubes han vuelto a entrenar y a competir y en una tienda como la nuestra se estaba notando bastante y ahora hay cosas en las que no podemos ofrecer ni lo básico, porque no hay", se lamenta.

La solución que ha encontrado es negociar a nivel individual con representantes de las marcas en España. Una política que siguen algunas grandes empresas que, al tratar con varios proveedores a la vez, dejan el mercado al descubierto para el pequeño comercio.

Habrá adelanto de las compras por miedo a quedarse sin estocaje

Las cartas a los Reyes Magos deberían escribirse este año con varias opciones de regalo, especialmente en el caso de los juguetes, pues se corre el riesgo de que el deseado no pueda llegar a todas las casas. Es algo que no es raro con los más demandados, porque "pasa todas las Navidades con los juguetes que se ponen más de moda", pero este año es peor "porque no va a dar tiempo a reponer ni estos ni otros" cuenta Carolina Galdo, de Juguelandia, en Viveiro, quien reconoce que los pedidos "están llegando muy tarde y no sabemos hasta que están aquí lo que viene".

Todo ello, sumado a que el éxito de buena parte de estos artículos se testa cuando están en las estanterías de la tienda hace presagiar que habrá juguetes que no podrán estar en todas las casas, ante la imposibilidad de pedirlos y que lleguen a tiempo, algo que no solía suceder cuando se tenían la mayoría en verano "y se veía lo que gustaba y había tiempo de pedir lo que se detectaba que iba a funcionar", algo que no pasa este año "y es duro tener que decirle a un cliente que igual no puede contar con ello y hay gente que ya comenta que tiene miedo a no tener las cosas", dice Galdo.

Carolin Galdo (derecha) en su tienda de Juguetes de Viveiro. JOSÉ Mª ÁLVEZ

La mejor opción, los clásicos, que como siempre se venden bien suelen tener suficiente stock porque son una apuesta segura. Es el caso de los Playmobil, con infinitas variedades, o juegos de mesa como el Tragabolas, el Operación o el Monopoly, que este año viene hasta con billetes falsos.

Entre las novedades de este año, Mi Mascota Piggly, un cerdito interactivo que está causando furor y que en el caso de Din y Don, con tiendas físicas en Foz y Ribadeo, no llegará siquiera a las estanterías, ya que la demanda ha sido tal que no ha dado tiempo a exponerlo. "Nos llegó el palé el jueves al almacén y ya el lunes los teníamos todos vendidos porque la gente nos estuvo preguntando", cuenta Miguel Menacho, el responsable.

El encargado no ve falta de productos. "El problema ha sido que lo que tenía que estar en marzo está llegando ahora y cosas que iban a sacar para Navidad que al final se han caído, pero de lo previsto nos está llegando casi todo", por lo que los más previsores lo tendrán más fácil a la hora de adquirir el juguete deseado, aunque siempre están los más demandados que se agotan antes, que este año responden al nombre de Superthings. También el Scalextric podría tener algún problema, "pero del resto está llegando casi todo", asevera Menacho, quien reconoce que la gente se informa cada vez más en la web, que además de escaparate es una tienda idónea "y a veces pasan cosas como que un juguete se agota en un lugar, pero no en otros y se ve donde quedan".

Otro imposible este año es la Play 5, "de la que no hemos podido conseguir ninguna", afirma Pablo Rodil, que regenta desde hace catorce años el establecimiento PC Ribadeo y que augura también dificultades para encontrar otras consolas como la Nintendo Switch, "y las que vengan serán caras", advierte el responsable de un comercio acostumbrado a conocer bien los precios de todo, pues desde hace un tiempo apostó por tener menos mercancía física y hacer los pedidos tras informar al cliente de lo que existe en el mercado y encargar lo que se ajuste a lo que está buscando.

A la falta de productos determinados se suma el encarecimiento de algunos de ellos, sobre todo de tecnología

Un hecho que le está permitiendo mantener la tienda pero enfocarse más a la reparación, mantenimiento y asesoramiento, tanto de empresas como de particulares. En este sentido, más que una falta masiva de artículos lo que está notando es un encarecimiento de los productos, de casi todos, aunque en diferentes proporciones, siendo muy notable en el caso de los cartuchos para las impresoras o las tarjetas de memoria. También los teléfonos móviles de última generación podrían escasear en estas fiestas.

Los encargos para Navidad son lentos y en las tiendas de tecnología un buen medidor es finales de este mes, con las ofertas del Black Friday, que tienen su tirón.

Demora
Un año de espera para tener una bici
"Cada vez peor", cuenta desde su tienda en Burela José Antonio Cerezo, en relación a las opciones de conseguir una bicicleta en un tiempo razonable. "Un año" es lo que estima de media para conseguir uno de estos vehículos, algo que viene siendo una constante desde el inicio de la pandemia. En el local. Cerezo Bikes Burela, situada a la entrada de la localidad desde Foz, lucen alineadas diversas unidades, "que son las que nos fueron viniendo de los pedidos que teníamos hechos con antelación, pero los nuevos pedidos no tienen fecha. No hay manera de conseguirlo y las marcas que antes hacían sus propuestas a un año ahora lo hacen a dos", cuenta el responsable.

Sin pedales
"Lo que existe es un problema de repuestos, que no afecta a las bicicletas nuevas, pero no se pueden hacer las reparaciones y los talleres no pueden trabajar", lamenta Cerezo, quien confiesa que algunas marcas no tienen ni pedales para ensamblar.

Descenso en ventas
Unos problemas de suministros que se extienden también a otros materiales que tiene a la venta en la tienda y a la ropa para la practica deportiva especializada. "A nosotros nos está suponiendo la pérdida de muchas ventas", señala, pero es algo inherente a todo este tipo de establecimientos que han visto como el aumento en las ganas de hacer deporte en bici, por eso de que es individual, se frena por la lista de espera para conseguir una.

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