El dolmen de Budián, conocido también como A Casa dos Mouros de Lobeira, está en camino de recuperar algo de su aspecto original después de haber sufrido un importante expolio. En mayo del 2017 se había denunciado la destrucción de la mámoa a raíz de una tala y replantación de eucaliptos para, posteriormente, ser localizado en el jardín de un chalét focense uno de los ortostatos de este yacimiento arqueológico inventariado, de los más importantes de O Valadouro, concello con una gran riqueza arqueológica.
La obra para reponer en su lugar la gran losa de piedra retirada está en marcha y, según algunos testimonios, Patrimonio de la Xunta también ha obligado a retirar la plantación forestal del perímetro del dolmen. En su día, Mariña Patrimonio y Adega habían denunciado este y otros destrozos cometidos en trabajos forestales y el Seprona localizó el elemento funerario en un jardín particular de la zona. Otra de las grandes lajas graníticas que estaban hincadas también se habían intentado retirar del monumento funerario pero quedó entonces junto al enterramiento circular porque se rompió.
El yacimiento, en un eucaliptal cercano al lugar de San Cristovo, se encontraba bastante abandonado pero sí perfectamente inventariado e incluso con información oficial de su localización para los turistas. A partir de entonces la Dirección Xeral de Patrimonio instruyó actuaciones y ahora se reconstruye la mámoa.
