Recepción y celebración íntima en el Concello al Pescados Rubén Burela FSF

La corporación municipal recibió ayer al equipo campeón de la Liga femenina con medidas restrictivas por la crisis sanitaria mundial
Foto de familia del Pescados Rubén FSF con las autoridades delante del Concello. BURELA FS
photo_camera Foto de familia del Pescados Rubén Burela FSF con las autoridades delante del Concello. BURELA FS

Cuarenta minutos devolvieron a la gloria al Pescados Rubén Burela FSF, que conquistó en Málaga su tercera Liga de fútbol sala femenino de las últimas ocho disputadas. El conjunto mariñano se impuso por la mínima (3-2) al Alcorcón FSF en un partido digno de una final y ayer celebró, junto a la afición, su triunfo. Tras toda una noche de viaje en autobús, el equipo llegó pasado el mediodía a Burela.

Ya en casa, tuvieron una recepción por parte del Concello de Burela y recibieron el cariño de la afición, que arropó a todos los componentes del equipo, a los que no se les borraba una sonrisa de felicidad en su rostro.

No fue una celebración al uso. La crisis sanitaria, con un brote activo por la Covid-19 en A Mariña, ha cambiado la manera de disfrutar de un título como de muchas otras cosas. Lo que podría haber sido un festejo multitudinario se quedó en algo más íntimo, diferente a lo anterior.

El Pescados Rubén FSF aterrizó en una final sin semifinal tras la renuncia del Futsi de jugar la Final Four en la capital de la Costa del Sol. Antes, en marzo, era segundo en la clasificación de la Liga tras las rojiblancas. Había ganado 20 partidos, empatados dos y perdido solo uno, también frente a las madrileñas, líderes y máximas rivales de las naranjas.

A final de mayo regresaron a los entrenamientos y tras cinco semanas en Vista Alegre, primero con restricciones para más tarde dar entrada a los entrenamientos colectivos, se presentaron en la final sin prueba alguna, a pecho descubierto. Y vivieron un partido atípico, con falta de ritmo y de coordinación, pero exhibiendo siempre el alma que acompaña a este equipo desde hace años. "No teníamos ese timming, ese ritmo. Nos costó bastante entrar en el partido", reconoce Dany, una de las cuatro jugadoras del equipo que ha sido protagonista de los tres títulos de Liga. "El Alcorcón FSF fue un gran adversario y tras su victoria el viernes ante el Ourense sabíamos que no iba a ser fácil", dice la pívot brasileña.

Una jugadora que vivió el partido de manera muy especial fue Jennifer Santos, "Jenny", que fue la autora del gol de la victoria del equipo naranja. "No fue mi mejor partido, pero poder marcar ese gol y ayudar al club fue muy bonito, aunque aún quedaba mucho partido", dice la jugadora lusa, que pudo pasar el confinamiento, con permiso del club, en su país.

Jenny reconoce que "pudo ganar cualquiera, pero nosotros teníamos de lado el factor experiencia que a ellas les faltaba; estamos acostumbradas a jugar este tipo de partidos; ellas tienen juventud y calidad, pero nosotras sabemos gestionar muy bien nuestros sentimientos", advierte. "Yo a ellas en la primera parte las vi bien físicamente, pero en la segunda ya vi algo más parada a Vane Sotelo y yo creo que notaron algo el partido de la semifinal frente al Ourense Envialia", apunta la internacional portuguesa.

"Tras cuatro meses muy complicados queríamos ganar y luchar, al menos, hasta el último suspiro por este título, y lo hemos conseguido", afirma Dany, que reconoce que al llegar a Burela, en el año 2012, "sabía que iba a ganar títulos por el proyecto que me presentaron, por las jugadoras, por la estructura", comenta la jugadora nacida en Sao Paulo.

Para Jenny, el título le da "una felicidad inmensa, porque la temporada ha sido muy larga y hemos hecho un gran trabajo. Estoy muy contenta y también me gustaría felicitar al club por todas las facilidades que nos da", afirma la internacional lusa nacida en Roma.

mucho trabajo detrás. ¿Cuál es la clave para la buena temporada que ha hecho el Pescados Rubén Burela FSF? "La clave es el trabajo", dice, tajante, Jenny. "Sin trabajo no hay victorias, no hay nada", confirma.

Aunque no es el momento de mirar al futuro, sino de saborear el presente, Dany advierte que queda jugadora para rato. "Espero que sí, para eso trabajo al mil por cien para ser útil al club, con sacrificio y sudor", dice.

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