Las intensas lluvias de los últimos días han vuelto a sacar a la luz imágenes como las que se pudieron ver en la playa focense de Llas, en la que desembocó agua con aspecto turbio, lo que provocó la indignación de personas que pasaron por la zona.
Una imagen desagradable, pero a la que ya tanto vecinos como visitantes están acostumbrados, pues se repite en días de fuertes lluvias como consecuencia del desbordamiento de un regato al que está conectado el alcantarillado que da acceso a unas viviendas.
El riachuelo no puede soportar la crecida cuando llueve mucho de manera constante, como ha ocurrido durante toda esta Semana Santa, por lo que se desborda y el agua termina desembocando en el arenal focense, al ser el único lugar en el que encuentra un aliviadero para poder salir.
El color negruzco del agua se debe a que llega revuelta al mezclarse con la tierra del fondo del regato, ya que la mayor parte son aguas pluviales, aunque puede incluir también algún resto de fecales, pero en menor medida.
El aspecto que presentaba ayer no es el habitual, pues la brigada de limpieza acude a retirar todos los restos con una pala, excepto en los festivos, en que solo se mantiene un retén para emergencias, según recordó el alcalde, Javier Castiñeira, quien señaló que en el nuevo anteproyecto de la nueva depuradora ya se contempla un pozo de tormentas para evitar estos vertidos que, recuerda, se dan en el punto más bajo del saneamiento, que recoge las aguas que llegan de todo Forzán y Marzán, "e non é capaz de desaguar o suficiente cando chove tantísimo".
Quejas por los vertidos en Llas provocados por las intensas lluvias
El problema se produce por un riachuelo desbordado por las intensas lluvias
