Varios usuarios de la vivienda comunitaria de A Pontenova expresaron sus quejas por lo que califican de "bajísima calidad" de la comida que están recibiendo desde hace un tiempo. Explican que reciben de forma repetitiva los mismos alimentos "con zanahorias prácticamente todos los días, que ya les estamos cogiendo manía".
Además, indican que hay "fallos muy gordos como cuando llega tan salada que no se puede comer o como cuando no tiene absolutamente nada de sal, como si fuese para una persona con problemas".
Aseguran que esto no es todo y añaden que "las fabas que mandan a veces están durísimas" y "los callos son de lata y son malísimos. Y la carne, ni la olemos". También expresan sus quejas por el estado en que llega a menudo la fruta y otros alimentos como el repollo "con las partes del centro tan duras que no podemos masticarlas", entre otras quejas parecidas.
Los callos son de lata y son malísimos. Y la carne, ni la olemos"
Según aseguran tres de los afectados, Manuel Pérez, José da Cruz y Manuel Dopazo, estas quejas se trasladaron a una inspección que acudió al centro hace días "y nos aseguraron que las iban a estudiar y trasladarlas para mejorarlas, pero no se hizo nada".
Dudan también de que en la consellería "sepan de verdad lo que está pasando, porque esto viene de una empresa de Silleda". Dicen que como consecuencia, "a veces tenemos que salir a comer fuera, y eso es injusto". También duda de que la furgoneta en la que llegan los alimentos sea la adecuada para mantenerlos en buen estado desde que salen de Sillega y llegan a A Pontenova.
La consellería duda de la denuncia
Fuentes de la Consellería de Benestar Social, donde se enmarca el Consorcio Galego de Igualdade e Benestar, titular de estas viviendas, aseguran no tener constancia de ningún tipo de queja y que, cuando la hagan, la estudiarán.
Con todo, recalcan que la comida es igual para todos los centros y viviendas comunitarias y que está supervisada por médicos, nutricionistas y sus técnicos. Recalcan que no pueden entrar en temas como la cantidad de sal de días concretos pero recuerdan que, además, las comidas están adaptadas a las prescripciones médicas que precise cada usuario individualmente.