Los armadores de Burela se reunieron recientemente con cien alumnas y alumnos de 4º de Eso en la localidad para incentivar su interés sobre el sector pesquero y los ciclos náutico-pesqueros, destacando el 100% de inserción laboral, los salarios o las oportunidades para las mujeres en puente y máquinas. La preocupación por la falta de relevo generacional es patente y el asunto será también objeto de debate en las jornadas de pesca que la Cofradía de Celeiro celebra este mes. Hace tiempo que saltaron las alarmas, ya el informe Bénodet lo resaltaba. Y a pesar de que ahora se oferta un "futuro profesional muy digno" el problema general pues desde las instituciones europeas intentan afinar un diagnóstico sobre lo que ocurre en un ámbito que atañe a la seguridad alimentaria y fue considerado esencial durante la pandemia. Desde la propia Dirección General de Ordenación Pesquera se piden propuestas de medidas para el relevo generacional y prometen acciones en cuanto a titulaciones. Estas son algunas de las que se barajan en distintos ámbitos.
Mejorar la formación de los menores de 40 años en paro
El Ministerio de Pesca expuso en el consejo consultivo de asuntos sociales ayudas a menores de 40 años desempleados reconocidos de la pesca y la entrada de autónomos para facilitar el embarque, o salarios a quienes se formen, incluidos mariscadores. Desde las cofradías ven importante la gratuidad de los cursos o que estén disponibles permanentemente.
Más atribuciones a los patrones costeros con título polivalente
La Administración quiere adaptar las atribuciones de títulos como el polivalente a lo que marca el convenio internacional de formación e incrementar sus atribuciones como oficial de puente en buques de pesca. También se habla de atraer profesionales extracomunitarios pues la realidad actual apunta a que solo una minoría de los nuevos titulados optan a puestos en alta mar. Y muchos jubilados son incluso reclutados para dar relevos en puente y máquinas durante varias mareas al año. Varios organismos aportan datos sobre el envejecimiento de las tripulaciones pesqueras en la Unión. Y hay barcos que deben quedar amarrados semanas hasta completar tripulaciones.
Dudas sobre el atractivo y futuro del mar para los jóvenes
Los pescadores critican la presión de la UE ordenando los caladeros sin considerar las consecuencias sociales y económicas y creen que eso lleva a que los jóvenes perciban la pesca como una actividad muy amenazada en cuanto a su continuidad. La UE reconoce que en la mayoría de Estados miembros se percibe inseguridad con las rentas de la actividad pesquera en algunos segmentos y que ello influye en la falta de interés de los jóvenes por estos empleos. Es un fenómeno que ha ido en aumento en los últimos años, crea dificultades en el mantenimiento de las actividades y pérdida de empleo en las comunidades costeras. Así la llamada economía azul no termina de desarrollarse.
El problema se conoce hace 20 años y no se ha resuelto
En uno de los diagnósticos del Parlamento Europeo sobre la carencia de una nueva generación en el sector pesquero se reconoce expresamente que "la falta de interés de la juventud por la actividad pesquera, fenómeno que se reconoció por vez primera hace por lo menos dos décadas y que crea dificultades adicionales para todo el sector y agrava los problemas sociales de las comunidades costeras". En cambio, en la jornada informativa de Burela los directores de las escuelas de Ferrol y Culleredo señalaron el sector pesquero como "unha alternativa noble a na mesma igualdade de condicións que outros sectores económicos".
Actividad de alto riesgo, sobre todo en la pesca costera
El Parlamento Europeo concluye que las actividades marítimas profesionales se consideran, por lo general, actividades de alto riesgo y peligrosas, en particular pesca, y que el hecho de que el 85% de los buques de la Unión sean de menos de 12 metros de eslora total, dedicados a la pesca artesanal no ha sino agravar la situación "ya que están expuestos a mayores riesgos derivados de condiciones meteorológicas adversas y del hecho de faenar en lugares próximos a la costa". A menudo son también embarcaciones más viejas y vulnerables. La edad media de los buques de la flota europea es de 23 años y en los pequeños puede superar los 40.
La habitabilidad y el descanso para mayor seguridad
En los últimos tiempos se ha avanzado en equipos de comunicaciones para que las tripulaciones estén más conectadas con sus familias y amigos fuera de la jornada de pesca y por tanto, con más moral, pero el acceso y horarios a menudo es muy discreccional para el personal de cubierta. En cuanto a la habitabilidad, en instancias comunitarias se destaca que las condiciones de trabaja y de vía a bordo no pueden considerarse independientes de las de seguridad y por ello una adecuada modernización de los buques y buenas condiciones de trabajo y habitabilidad mejoraría las condiciones en las que se faena pero también influye directamente en la seguridad de los pescadores su descanso. "Gran parte de los accidentes e incidentes con buques pesqueros siguen estando vinculados a errores humanos, ya sea por falta de conocimientos o de formación, o por cansancio", indican. Creen que mejores condiciones incentivarían el regreso de antiguos pescadores. Y desde las cofradías se ha solicitado "que alguien plantee que hay que empezar a empujar por que se devuelva el derecho a las ayudas a la renovación, porque tenemos una flota muy obsoleta, siendo la mujer la principal víctima de la eliminación de esta línea, porque tienen derecho a trabajar en barcos seguros y no contaminantes, ya que también son guardianas del ecosistema marítimo, las más ecologistas".
Las mujeres, de apoyo logístico
Alguna profesional de puente o máquina puede citarse en A Mariña, y en Burela hubo algún testimonios de embarque pero son excepción. La igualdad de género en el acceso y el empleo en este sector está en entredicho y la mayoría trabajan de el apoyo logístico y administrativo a los buques de pesca costera artesanal de pequeñas empresas familiares, a veces de forma informal.
Más y más requisitos para trabajar a bordo
Los distintos países costeras no solo siguen con distintos criterios de inspección, también de formación. La complejidad de los sistemas de formación y certificación es patente y mientras cada vez se necesitan más requisitos y cursos para embarcar, la oferta formativa es escasa, lo que en ocasiones provoca la paralización del barco cuando la tripulación debe asistir a l formación obligatoria en tierra. No hay cursos a distancia con nuevas tecnologías, todo es poco ágil. El reto del relevo es enorme.
