¿Qué fue de Manuel Pérez, 'Yuma'?

Este ribadense universal a día de hoy disfruta de la jubilación justo antes de dar a conocer algo de su vida en un documental que está a punto de estrenarse 
yuma , el ultimo hippie de ribadeo delante del rosa lar - foto jm alvez
photo_camera Yuma delante del Rosa Lar. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Un día apareció en Ribadeo un avispado realizador de documentales que enseguida vio en Yuma una mina. Y allá se lanzó. Ahora está casi listo, aunque está por ver si realmente recoge la vida de este personaje nacido en Ribadeo hace "setenta y pico años", dice él, todavía algo coqueto con lo de la edad.

Pero en todo este tiempo, Yuma tuvo años de sobra para recorrer prácticamente España entera de las formas más inverosímiles, aunque la mayor parte de las veces haciendo autostop. En los años 70 Yuma ya era un personaje conocidísimo. Algo estrambótico en el vestir, eso hizo que a menudo le confundieran con un hippie, algo que él no es en modo alguno.

Aunque eso sí, él aboga por la paz, una paz que en los últimos años vio cómo se le perturbaba en la casa en la que vive ahora. Recuperarla parece haberse convertido en una de sus motivaciones. Pero antes de esto, Yuma tuvo pocas y muchas casas. Anduvo por muchas avalado siempre por una norma que él recuerda que cumplió desde muy joven: "Nunca bebí ni me drogué nada. A veces había quien creía que sí. Pero nunca toqué nada de eso. No me gusta nada". Por eso lo más habitual siempre era (y sigue siendo) ver a Yuma pegado a un vaso de leche, o como mucho una Coca Cola.

Recuerda que a los quince años fue un conocido constructor ribadense, O Gallopín, el que le ofreció un trabajo "y se lo agradecí siempre porque nadie me lo quería dar porque llevaba el pelo largo. Yo no sabía leer ni escribir, pero él me dio trabajo y fue importante para mí, aunque es verdad que eso no era lo mío" (risas).

Inmediatamente se da cuenta de que tiene otra persona importante a la que citar: "Manolo del Rosa Lar. Me ayudó muchísimo siempre. Siempre. Yo le hacía propaganda de la sala de fiestas porque andaba por toda la Mariña y por Asturias, y él me ayudó una barbaridad".

Como nunca tuvo empacho en entablar conversación con nadie, esa publicidad estaba garantizado que llegaría a su destino, y así fue, aunque él le quita algo de mérito "porque no había nada parecido en toda Galicia. Nada. Y en Asturias tampoco. Aquí vino a cantar Julio Iglesias, Juan Pardo, Manolo Escobar... No había nada igual".

Así que él fue de un lado para otro con su famosísima chaqueta con la pegatina del Rosa Lar a la espalda y una gorra con la que va saludando a todo el mundo por la calle, muy a menudo añadiendo los sufijos habituales del Occidente de Asturias.

Ahora viaja mucho menos, pero cuenta que recorrió "España entera, andando por todas partes, sobre todo por el Mediterráneo, por el sur, aquello lo anduve todo con gente que me llevaba a dedo o que iban para allí e iba con ellos". Dormía donde podía: en los parques, en los bancos... "A veces la policía venía y me quería echar, pero luego hablaba con ellos y listo, nunca tuve ningún problema con la policía. Ni una vez".

Tuvo una relación curiosa con el expresidente del Gobierno Leopoldo Calvo-Sotelo que continúa en cierto modo con su familia a día de hoy.

Eso fue ya como Yuma, pero pocos saben que «primero me llamé Johny Yuma, porque era lo que se llevaba, pero luego dejó solo lo de Yuma "que además fue por una película de vaqueros".

Dice que hablará de ello en el documental que se presentará en el Rosa Lar todavía no sabe cuándo porque el covid le está complicando la situación. De momento, sigue saludando a todo el mundo sin parar.

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