El inicio de la nueva campaña extractiva del pulpo después de que este lunes se levantara la veda decretada el pasado mes de mayo arrancó con escasas capturas para las embarcaciones mariñanas, aunque los precios fueron elevados. Las primeras descargas en la lonja de Burela oscilaron entre los 6,70 y los 14,35 euros el kilo, mientras que en Celeiro se pagó de 8,5 a 14 euros. Desde la cofradía de Burela explicaron que las 14 embarcaciones que salieron a la mar el primer día pescaron 20 kilos de este cefalópodo, un volumen que se sitúa lejos del tope establecido por el Gobierno gallego, que fijó la cuota máxima de captura en 30 kilos por barco y día desde el 2 de julio hasta el 31 de agosto.
A esta cantidad se suman los 30 kilos por día por cada tripulante a bordo, con un máximo de 210 kilos al día. En el resto de la campaña, la cuota máxima será de 50 kilos por barco y día, cantidad a la que se añaden los otros 50 por tripulante, con un máximo de 350 al día.
En Celeiro, el patrón mayor de la cofradía, Domingo Rey, explicó que solo se pescaron ocho kilos entre los seis barcos que salieron a faenar el primer día. Aún así, espera que la de este año sea "unha boa campaña" y sobre todo "que se manteñan os prezos". La opinión del patrón mayor de la cofradía de San Cibrao, Javier Sánchez, va en consonancia con la de sus homólogos de Celeiro y Burela. En este sentido, Sánchez se mostró «optimista» con esta campaña que acaba de arrancar y espera obtener mejores resultados que la anterior temporada.
El sector espera que los precios se mantengan ante la escasez de pulpo
Así, espera incrementar el número de kilos de cefalópodo y que por lo menos se mantengan los precios. En cuanto al horario de trabajo de las embarcaciones con nasa para pulpo, se iniciará a las seis de la mañana y finalizará a las cuatro de la tarde, con descanso semanal desde el viernes hasta las seis de la mañana del lunes.
A su vez, el número de nasas permitido varía en función del tamaño del barco y del número de tripulantes. En cuanto al régimen de las nasas de las zonas de Cabo Silleiro y Corrubedo, los aparejos tendrán que levantarse y llevarse a puerto todos los días. Esta medida no será de aplicación para el resto del litoral gallego, como es el caso de A Mariña lucense, donde los aparejos no tendrán que ser movilizados. La actividad será controlada a través del programa de seguimiento y control llevado a acabo por la Subdirección Xeral de Gardacostas, en colaboración con guardapescas de las cofradías.
