Los proyectos para reducir la niebla en O Fiouco evitarán el cierre de la A-8

Presentados dos prototipos con luces en la vía para mitigar las salidas y los alcances, a los que se sumarán otros dos para aislar la niebla ► La autovía estuvo este año cortada durante 500 horas y 700 el anterior, cifras que el delegado del Gobierno espera reducir a 100
El delegado del Gobierno explica los proyectos. XESÚS PONTE
photo_camera El delegado del Gobierno explica los proyectos. XESÚS PONTE

El Gobierno central trabaja en la instalación de cuatro proyectos para incrementar la visibilidad en el tramo de Mondoñedo a A Xesta de la A-8, dos de ellos centrados en el aislamiento de la propia niebla, mientras que los otros se basan en la ayuda a la conducción con un sistema de luces led y láser para evitar las salidas de vía y los alcances. Estos dos últimos prototipos se presentaron ayer en un acto que contó con la presencia del delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, quien se mostró muy satisfecho de anunciar que "hoy estamos más cerca de contar con una autovía abierta al tráfico al cien por ciento y con cierres mínimos".

Javier Losada recordó que en lo que va de año la niebla ya obligó a cerrar el tramo del alto de O Fiouco –el de mayor altitud de una autovía en España, con cerca de 700 metros– un total de 500 horas, "lo que supone 21 días", a los que hay que sumar los 29 del pasado año, en que se decretaron 700 horas de cierre de la A-8. "En los próximos años con estos proyectos se reducirán las horas por debajo de 100, a solo cuatro días", recalcó el representante del Ejecutivo central en Galicia, en un acto en el que estuvo acompañado de la subdelegada del Gobierno en la provincia, Isabel Rodríguez.

Losada recalcó que desde la apertura de la carretera en 2014 han sido numerosos los problemas causados por la niebla, que se tratan ahora de erradicar con la puesta en marcha de estos prototipos, que se prevé se puedan instalar después del verano, ya que es necesario ver su evolución durante la primavera, al ser la época con más incidencia de nieblas. "A partir de entonces, se tomará la decisión sobre su implantación, de uno o de los dos sistemas combinados, ya que son compatibles", aclaró el delegado del Gobierno, quien confirmó también que la época estival es también la elegida para validar los otros dos prototipos, con el fin de "conseguir seguridad y apertura del tráfico al cien por ciento".

DOS O TRES AÑOS. "Lo que queremos es aplicar, sí o sí, y lo antes posible, estos prototipos", recalcó Losada quien, no obstante, no cree que se puedan poner en marcha en un plazo anterior a "dos o tres años", porque actualmente se está en fase de construcción y experimentación a escala real y en el entorno propio donde se instalarán, en la llamada técnicamente "zona pésima", entre Mondoñedo y Abadín, que es donde se concentra la niebla característica de este tramo, que está muy relacionada con su proximidad al mar y la incidencia de los vientos.

La inversión para el desarrollo de estas soluciones supera los 5,6 millones de euros, a lo que hay que sumar los 4,5 que ya se han invertido en años anteriores con balizas led en los laterales de la calzada y la opción del desvío automático por la N-634 cuando la visibilidad baja de 40 metros. Una cifra que se espera también reducir hasta 30 con la instalación el próximo verano de nuevas balizas inteligentes, a las que la Dirección General de Tráfico destinará un millón de euros.

VISIÓN. Las dos opciones presentadas el martes para buscar mejorar la visibilidad. Una de ellas, la que lleva a cabo la Ute Sener-API, se basa en un sistema de señalización horizontal inteligente sobre la propia calzada, usando tecnología led, de forma que aparecerán señales luminosas en el suelo que indican si hay o no obstáculos, dónde están los coches y la velocidad recomendada en el tramo según las condiciones. Así, los conductores verán flechas verdes si la calzada está expedita y cruces rojas y señales de reducción de velocidad si el vehículo que les precede está demasiado cerca. "Yo lo comparo con el cuento de Garbancito, que va marcando el camino», aseveró un responsable de las firmas encargadas de este proyecto.

Prevenir los impactos por la falta de visibilidad es el objetivo de esta solución, al igual que la otra presentada este martes, en este caso a cargo de la empresa Tecnivial y que ya cuenta con la instalación puesta en parte del tramo y que también ayudará a evitar salidas de vía, puesto que consiste en la instalación de balizas en los márgenes de la calzada.

Son instalaciones separadas 24 metros una de la otra que emiten un láser, cuya línea va marcando el trazado de la calzada a ambos lados, "lo que permite al conductor verla en ambos sentidos», recalca uno de los técnicos de la firma, con sede en Guadalajara. Usarán, en principio, luz de color verde, «porque es la longitud de onda que mejor detecta el ojo humano", aclara, aunque tampoco descartan el rojo hasta saber cuál es el que mejor funciona entre los conductores.

La aplicación funciona con energía solar y podría hacerlo 17 días ininterrumpidamente sin necesidad de carga. Entre los sistemas de seguridad con que cuenta para evitar que el láser quede apuntando a la carretera y pueda deslumbrar se encuentran detectores de ultrasonidos y de impacto. "Si se pone algo delante o hay un accidente la luz se apaga", recalca el técnico, quien aclara además que si se detecta un vehículo a velocidad excesivamente baja, parpadea para avisar al conductor que circula detrás.

Circulan al día 8.500 vehículos

Losada recordó que por el tramo de la A-8 entre Mondoñedo y A Xesta circulan cada día 8.500 vehículos, de los que un diez por ciento son transporte pesado. Unas cifras por las que «merece a pena» invertir, dijo, y recordó la apuesta del Ministerio de Transportes y su titular, José Luis Ábalos, por la tecnología innovadora.

PROYECTOS Fueron los seleccionados, de los que un comité de expertos escogió a su vez cuatro. Dos de ellos inciden directamente en la niebla para aislarla. Son el de la Constructora San José, de difusión por aspersores de materiales higroscópicos, y el de Typsa, que combina barreras estáticas y dinámicas que emplean dispositivos fluido-mecánicos.

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