Las protestas se endurecen en la recta final de las consultas del Ere en Vestas

La plantilla de Viveiro cortará este martes y el miércoles la carretera LU-161 ante la fábrica, para lo que solicitaron horas de huelga al no permitirles la empresa concentrarse en la hora del descanso
Quema de neumáticos en la fábrica de Vestas. RAFA RIVERA
photo_camera Quema de neumáticos en la fábrica de Vestas. RAFA RIVERA

Los trabajadores de la fábrica de Vestas en Chavín endurecen a partir de este martes las protestas contra la decisión de la multinacional danesa de cerrar la planta asentada en Viveiro desde hace más de 20 años, con la aplicación de un Ere extintivo para la totalidad los 115 empleados.

Las movilizaciones cobran un nuevo cariz ante la negativa de la multinacional a la continuación de las concentraciones a la hora del bocadillo, razón que obligó al comité de empresa a solicitar horas de huelga para llevar a cabo las próximas manifestaciones, que serán este martes y el miércoles, a las once de la mañana, ante la factoría.

La plantilla cortará en cada una de las jornadas el tráfico durante una hora en la carretera LU-161 que conecta Viveiro con Ferreira, para lo que se valdrá de la quema de neumáticos, un método que incorporaron hace unos días a sus protestas. Tratan de visibilizar la difícil situación en que quedarían de materializarse la intención de la compañía que truncaría el futuro de 115 familias.

El comité de empresa seguirá asimismo esta semana con las reuniones del periodo de consultas que se realizan con carácter previo y obligatorio a la aplicación del Ere, que pretende ejecutar como cese de actividad y sin haber registrado pérdidas.

El proceso de negociación para iniciar la aplicación del despido colectivo concluirá este viernes, día 5, sin apenas avances

La empresa amplió hasta el viernes 5 el proceso y no aceptó prorrogarlo hasta finales de año para tratar de hallar un inversor. Además, mantiene su propósito de clausurar la planta de Chavín. Su última oferta consiste en permitir la continuidad de 24 operarios en la fábrica a través de una recolocación y realizando tareas de mantenimiento, formación o similares, mientras que al resto pretende reubicarlos en centros repartidos por España.

Ello supone de facto desperdiciar la alta cualificación de este personal especializado en la fabricación de aerogeneradores para la producción energía eólica terrestre de dos megavatios y en la creación de paneles de control para la turbina marina V164, así como las propias instalaciones, que renovó hace unos años para adaptarlas a procesos productivos de última generación.

El presidente del comité, David Mariño, asegura que las medidas que ponen sobre la mesa en la negociación "están preparadas dende o día un, saben canto poden gastar, canto nos indemnizarán, canta xente poden rescatar, e a nós non nos queda máis remedio que aguantar ese chaparrón", explica. Ante eso, indica que "imos seguir loitando polo 100%".

También censura que la firma negocie con un bufete de abogados interpuesto y dos representantes de recursos humanos, "sen dar a cara". Además, señala que todas las bondades que les exponen poniendo como ejemplo expedientes anteriores, como el aplicado en León, "son trampas e acabaron fatal, pretenden que vexamos que non pasa nada por asinar o Ere".

El comité de empresa confía en que la Administración haga su trabajo y pide disposición a la compañía para vender

La posibilidad de vender la fábrica a un inversor se abordó en la mesa industrial promovida por la Xunta con participación del Gobierno central, la empresa y el comité. Este último confía en que la mediación política posibilite la continuidad de la planta y del empleo, pero Vestas hasta el momento no colaboró, pues ni tan siquiera aportó los datos precisos para ofrecer las instalaciones a un tercero y dice que busca comprador por su cuenta.

VOLUNTAD. David Mariño indica que "pódese vender se hai vontade e se a empresa está disposta ao mantemento das condicións laborais ganadas ao longo dos anos. Temos que confiar en que Administración faga o seu traballo, pero fai falla unha mostra real por parte da empresa".

La multinacional danesa sumó nuevos contratos desde el anuncio del cierre con pedidos de 1.687 megavatios más para la fabricación de aerogeneradores que se ubicarían en instalaciones de países como Francia, Italia, Brasil, Japón o Estados Unidos. Esa cifra se une a los más de 48.000 que tenía en cartera a finales del segundo trimestre del año, situando en niveles históricos la demanda.

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