A Pontenova es un buen lugar para llegar a 105 años

Dos vecinas, Jesusa Fernández y Cruz Bouza, fallecieron hace tan solo unos días a esa edad ► Las dos consiguieron mantener una vida muy activa casi hasta llegar a su fallecimiento ► Ahora quedan en el municipio otras dos vecinas que cuentan ya con 102 años
Homenaje a Jesusa Fernández y Cruz Bouza. AMA-DIARIO DE PONTEVEDRA
photo_camera Homenaje a Jesusa Fernández y Cruz Bouza. AMA / DIARIO DE PONTEVEDRA

Llegar a los cien años es, afortunadamente, una anomalía que cada vez lo es menos porque se está consiguiendo aumentar notablemente la esperanza de vida. Sin embargo que dos mujeres del mismo municipio lleguen a 105 años y finalmente fallezcan con unos pocos días de diferencia sí es una rareza que no se dio en ningún municipio de la provincia de Lugo, salvo A Pontenova, donde acaba de suceder.

Sus protagonistas fueron dos mujeres, Jesusa Fernández Veiga y Cruz Bouza Rojas. La primera residía en Santalla y fue enterrada en Xudán, en tanto que la segunda llevaba años en Lalín.

Como es lógico, esta casualidad hizo que el año pasado las dos fueran objeto de sendos homenajes en los que participaron no solo sus familiares sino también las autoridades municipales de A Pontenova y Lalín. De hecho el alcalde de este municipio, José Crespo, se desplazó hasta A Pontenova para acudir al funeral por Cruz Bouza.

También en A Pontenova en el mes de octubre, con ocasión de la fiesta dedicada a la tercera edad el Concello tributó un homenaje a la que era su vecina de mayor edad, Jesusa Fernández, que acudió allí sin problema y muy ilusionada, como reconocía su familia, ya que estaba encantada. Tenía una hija, una nieta y una bisnieta.

Isabel Couto: "Non sei a que se debe isto, pero desde logo esta xente comeu moito máis sano do que o estamos facendo agora"

Son dos ejemplos de que A Pontenova parece ser por alguna razón un excelente lugar en el que envejecer y superar el siglo de vida, además, en unas condiciones bastante buenas.

En el caso de Jesusa se mantuvo bien de salud prácticamente hasta muy poco antes de su fallecimiento. Mantuvo siempre su buen humor, sus ganas de hablar y como muestra de buena salud se puede citar el detalle de que nunca perdonaba un licor café cada domingo. Le gustaba pasear por fuera de su casa y realizó durante muchos años algunos trabajos domésticos a los que no quería renunciar.

El caso de Cruz Bouza fue un poco diferente porque se marchó de A Pontenova a vivir con su hija hace ya 25 años. Allí estuvo perfectamente integrada y, como su coetánea, mantuvo también siempre un buen humor sorprendente para su edad que le valió el reconocimiento que le tributaron con ocasión de su cumpleaños. Ella era natural de Vilaoudriz y tenía una hija y un hijo, una nieta y una bisnieta.

La casualidad hizo que el día 12 falleciese otra vecina de 93 años, Nemesia Enríquez Álvarez, y el día anterior se conmemoraba el aniversario de María Martina Fernández Iravedra, que había fallecido a los 98 en 2019.

"A outra cara deste fenómeno é o envellecemento da poboación, algo que é un problema gravísimo", dice Couto

La concejala de servicios sociales de A Pontenova, Isabel Couto, dice que es un orgullo contar con vecinas tan longevas y, aunque no sabe a qué se puede deber esta circunstancia, sí que sopesa que "desde logo esta xente sempre comeu moito máis sano do que estamos comendo nós agora, iso seguro" y, además, comenta que el estilo de vida "era tamén outro moi distinto". Ahora mismo apunta que en A Pontenova quedan dos vecinas de más con 102 años de edad.

ENVEJECIMIENTO. Pero al mismo tiempo la concejala de A Pontenova dice que es necesario plantearse la otra cara de este fenómeno, que es el envejecimiento de la población: "Estes casos chaman a atención pola idade á que chegaron e iso está ben. Pero logo a realidade é que temos unha sociedade moi envellecida e non falo só da Pontenova, onde claro que pasa, pero pasa en Trabada, en Riotorto, en Meira... en todos os sitios".

Dice que eso plantea al Concello enormes desafíos logísticos: "Nós facémolo con Axuda no Fogar, pero supón un gasto municipal enorme e desde logo nin é a forma de afrontar o problema nin os concellos temos que ter as competencias nisto. O envellecemento da poboación é un problema serio que teñen que plantexarse xa a Unión Europea, o Goberno e a Xunta".

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