La Policía Nacional de Viveiro continúa con las averiguaciones para tratar de localizar e identificar a los autores del asalto y robo que sufrió el cura de Vieiro el pasado viernes, cuando tres hombres lo amordazaron y ataron a una silla y se fueron con un botín de unos mil euros sin que aparentemente nadie más los haya visto.
Los asaltantes eran tres sujetos altos que hablaban en castellano con un acento que no resultó extraño a la víctima y que portaban pasamontañas y guantes, lo que dificulta la investigación de cara a su identificación mediante las huellas que hubieran podido dejar en la cinta que usaron para amordazar y atar al sacerdote o en los enseres que tocaron en la casa para buscar el dinero.
Ni el propio párroco se percató de su presencia hasta que lo abordaron desde detrás de unos arbustos ni ningún vecino comunicó a la Policía que hubiera visto vehículos o personas sospechosas en los momentos previos y posteriores al atraco, según apuntan desde comisaría. Tanto el vecindario como los investigadores creen que los ladrones conocían perfectamente la rutina de la víctima y también la zona, por la que pudieron desplazarse a pie al menos en el tramo más próximo a la rectoral. Sin embargo, la investigación no descarta la presencia de un automóvil e indaga también en ese sentido.
