El presidente del Grupo Alibérico, Clemente González Soler, que en su día estuvo interesado en comprar plantas de Alcoa, insistió este luens en que no se puede permitir que cierre la fábrica de aluminio primario de San Cibrao, al ser la única que queda operativa en España y la considera "clave para la estrategia económica" del país.
Clemente González realizó estas declaraciones durante su intervención en la tercera jornada de la cumbre empresarial organizada por la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) con el título Empresas españolas: Liderando el futuro, donde empresarios de alto nivel exponen su visión sobre la situación actual y la estrategia para la salida de la crisis. "El aluminio es un producto estratégico tanto en España como en cualquiera de los grandes países desarrollados. Su amplia aplicación en envases y embalajes, transporte, construcción y productos de consumo lo hace un material cada vez más necesario e imprescindible en la economía", expuso el empresario.
Sobre la fábrica mariñana en concreto, González Soler defendió que España no se puede permitir cerrar la única factoría que produce aluminio al ser una industria estratégica. "No podemos permitir, lo digo una vez más, cerrar esa fábrica, esa última fábrica de San Cibrao que en estos momentos es de Alcoa pero que durante muchos años ha sido una empresa pública", reseñó.
En esta tercera jornada de la cumbre de la CEOE que estuvo centrada en la industria, el automóvil y el sector agroalimentario, el presidente del Grupo Alibérico defendió que "la industria debería ser el motor para la recuperación de la economía española. La industria significa empleo estable de mayor cualificación y bien remunerado que potencia las exportaciones y apoya el desarrollo tecnológico y el I+D+i", dijo Clemente González, que recientemente expresó su interés por la adquisición de la factoría mariñana, aunque desde la empresa matizaron después que no preparaban ninguna operación de compra.
