La alcaldesa de Lourenzá, Rocío López, abrió el pleno extraordinario celebrado anoche en el salón de actos reconociendo que era un día triste para el concello. En el salón se congregaron cerca de medio centenar de personas entre trabajadores y vecinos de la localidad preocupados por la situación que atraviesa la firma local Muebles Hermida, que adeuda cuatro mensualidades a su plantilla. La regidora puso en valor la propuesta que trasladó a la corporación el grupo municipal del BNG, con la que se consiguió un "acordo unánime para o apoio a un manifesto institucional". López, afirmó que todos los grupos van a "pedir a implicación das institucións, Deputación e da Xunta".
Enrique Rocha, portavoz de los nacionalistas laurentinos describió la situación de los trabajadores de la firma como una "inxustiza". También, manifestó que tanto PP como PSOE recibieron la propuesta de hacer un frente común desde la parte política "cos brazos abertos". "É unha situación de urxencia onde os traballadores levan catro meses sen cobrar", dijo. Los nacionalistas afirmaron que fijan dos condiciones para firmar el acuerdo: que se pague lo adeudado y que se tome una decisión en cuanto a la dirección de la empresa, para que no se vuelva a repetir la misma situación.
El popular Javier Rodríguez también mostró el apoyo de su formación a los trabajadores. Por su parte, el presidente del comité de empresa, Manuel Franco, afirmó que este lunes los tres propietarios de la empresa, entre los que se encontraba Ángel Hermida, les habían transmitido que aún no sabían la dirección que iba a tomar la situación y que tenían que esperar hasta el final de esta semana.
