La plantilla de Albo ratifica el pacto para quienes deseen trasladarse a Salvaterra

Cada trabajador dispondrá de un mes para decidir si se marcha ► Recibirían 400 euros para alquiler y 7 euros de plus de transporte durante 15 meses
Manifestación de trabajadores de Albo en Celeiro. JM.PALEO
photo_camera Manifestación de trabajadores de Albo en Celeiro. JM.PALEO

La plantilla de conservas Albo en Celeiro acepta por unanimidad en asamblea el preacuerdo alcanzado con la firma Shanghai Keichuang, propietaria de la marca y la maquinaria. La previsión es que las condiciones pactadas este martes durante una reunión desarrollada en Santiago se firmen esta semana.

Los trabajadores dispondrán después de un mes de reflexión para decidir si les interesa acogerse al expediente de movilidad planteado por la compañía de capital chino para trasladarse a Salvaterra, donde la firma ultima la construcción de unas nuevas instalaciones. Se trata de una decisión individual, en la que pesará la situación personal de cada empleado.

Las condiciones acordadas permitirán a quienes se acojan al traslado percibir durante 15 meses 400 euros para pagar un alquiler, así como un plus de transporte de 7 euros por día de labor efectiva para el desplazamiento desde la residencia donde se instalen hasta el puesto de trabajo. Esto supone dos euros más que los operarios que residen en Vigo y que se desplazarán a la nueva fábrica.

La empresa también concedió que puedan acumular vacaciones para tener el mes completo para pasar con su familia, con independencia del calendario anual que se pacte en la conservera de Salvaterra. Además este año les conceden entre 10 y 15 días extra de vacaciones con la finalidad de que entre las paradas pactadas y las vacaciones puedan iniciar la relación laboral en las nuevas instalaciones en enero de 2023, a fin de facilitar su traslado. La planta de Celeiro funcionará con normalidad hasta finales de noviembre, según el acuerdo alcanzado.

Podrán coger el mes continuado de vacaciones y este año ganan entre 10 y 15 días para iniciar la actividad en Salvaterra en enero de 2023 

En la comisión negociadora, con representación de la empresa, la CIG y los trabajadores, se pactó asimismo el incremento de una categoría a la superior siguiente, lo que permitirá a los fijos discontinuos pasar a fijos. La compañía se avino también a la posible contratación de un familiar en primer grado por trabajador que se traslade u que los empleados que marchen a Salvaterra puedan acogerse a la indemnización pactada durante un periodo de 15 meses en caso de considerar que no les compensa estar allí.

La indemnización pactada para quienes desistan del traslado será de 27 días por año trabajado que percibirán como máximo durante 18,75 mensualidades. La representantes de la CIG, Susana Riveira, apunta que "buscouse acadar un global e repartilo, supón o 51% máis que a indemnización básica".

La indemnización para quienes se queden será de 27 días por año trabajado durante un máximo de 18,75 mensualidades

La sindicalista lamenta que no haya otra posibilidad, pero "isto tiña que ter un desenlace e Xunta está desaparecida, estamos moi agradecidos polo seu grande esforzo pese a que considera prioritario crear emprego na Mariña, como serán os sitios onde non é prioritario, é unha deixación de funcións total", considera Riveira.

En cuanto a la propietaria de la marca, entiende que Keitchuang fue "comprensiva coa situación, pois prolongou o periodo de negociación máis dun mes dende que se abriu o prazo de consultas". Pese a ello no varió la decisión del traslado, pero se mostró dispuesta a facilitar que otra empresa del sector o relacionada con el mismo pudiese continuar con la planta de Celeiro manteniendo el empleo. De hecho, les consta que hablaron con un par de firmas, pero "parece que á Xunta non lle merecen confianza".

Desde la CIG indican que todavía cabe la posibilidad de alguna empresa se interese y pueda fraguar esa alternativa, puesto que la planta celeirense funcionará hasta finales del próximo mes de noviembre. "A xente estaría encantada de seguir traballando en Celeiro aínda que fose outra empresa, sería una agradable sorpresa para a CIG e para o persoal”, apunta Riveira.

Comentarios