Plantar patata en el norte de Lugo sigue prohibido a falta de evaluar la plaga de polilla

Gobierno y Xunta no aclaran si se podrá sembrar a punto de arrancar la cosecha en A Mariña

La siembra de patata sigue prohibida en los concellos del norte lucense y coruñés afectados por la plaga de la polilla guatemalteca -tecia solanívora- cuando está a punto de arrancar una nueva campaña de plantación en A Mariña. Las administraciones implicadas, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y Consellería do Medio Rural, se lanzan la pelota en base a las competencias y a cuál dictó el veto a principios de 2017.

Medio Rural remite al Gobierno central por el Real Decreto 197/2017 de 3 de marzo, que establece el Programa Nacional de Control y erradicación de la plaga, el Plan de Acción para su eliminación y vigilancia en Galicia y la regulación de la Unión Europea a través de la directiva 2000/29 y en España, al Real Decreto 58/2005.

El ministerio indica que la competencia es de las comunidades, pero precisa que estas y el ministerio tomarán «una decisión de forma consensuada a la luz de la evolución de la plaga» tras una reunión que prevén mantener, pero que está sin fecha. Todo apunta a que de retrasarse, la cosecha de la patata temprana, muy extendida en la Costa y que suele realizarse entre este mes y comienzos de año, podría frustrarse.

El número de municipios infestados se mantiene en 33 de A Coruña y Lugo desde la detección de la polilla en muestras de tres explotaciones de Muxía, último concello donde se detectó tras localizarse por primera vez en Galicia en agosto de 2015. Se trata de Ferrol, Narón, Neda, Valdoviño, San Sadurniño, A Capela, Fene, Mugardos, Abres, Cabanas, Ortigueira, Mañón, As Pontes, Muxía y Cariño, en la provincia coruñesa, así como O Vicedo, Viveiro, Xove, Cervo, Burela, Foz, Barreiros, Ribadeo, Trabada, Lourenzá, Mondoñedo, Alfoz, O Valadouro, Ourol, Abadín, A Pastoriza, Riotorto y A Pontenova, en Lugo.

Bajo vigilancia especial están los terrenos dentro de una franja de 5 kilómetros alrededor del límite de estos -área tampón-, y los de As Somozas, Moeche y Cerdido, rodeados de tres ayuntamientos de la zona infestada. El control se lleva a cabo asimismo en el resto de Galicia para comprobar que no aparezcan nuevos brotes y garantizar la protección de los cultivos.

El incumplimiento de las medidas fijadas conllevó 18 expedientes sancionadores -7 en A Coruña y 11 en Lugo-, de los que solo uno fue interpuesto a un transportista y otro a un comercializador. El resto corresponden a particulares. Uno decayó por fallecimiento, por lo que al final se incoaron 14 por plantaciones ilegales o por no entregar la patata recogida y tres por movimiento o venta del tubérculo a granel. Las sanciones tipificadas de graves a muy graves comportaron multas de entre 300 y 3.000 euros minoradas según el caso en el 40% establecido en el artículo 85 de la Ley 30/2015 del procedimiento administrativo común.

CANTIDADES. La mayor parte de las patatas recogidas en 2017 procedió de cosechas de productores, sumando 185.783 kilos; seguida por la simiente retirada a estos, que ascendió a 88.205 kilos, y en almacenes y comercializadores, otros 50.000 kilos. A estas cifras hay que sumar 41.178 kilos del año 2016 y 136.025 kilos retirados este año en Muxía.

En ese municipio solo se puede comercializar tubérculo embolsado y etiquetado, ya preparado para el consumidor, dado que el movimiento de patata a granel está prohibido, igual que en el resto de concellos afectados. En zonas tampón los agricultores deben comunicar las parcelas que siembran de manera inmediata, además de aplicar un tratamiento fitosanitario durante la fase de tuberización y antes de la cosecha.

La Consellería do Medio Rural estableció además indemnizaciones para los afectados y tramitó 1.323 -1.015 en Lugo, que recibieron 109.179,70 euros, y 308 en la de A Coruña, que obtuvieron 58.397,88 euros. Este año hubo 554 solicitudes.

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