Un plano de 1856 abre una vía al origen de los cañones de la ría de Ribadeo

El ribadense Alberto Paraje lo da a conocer porque se podrían vincular al bergantín Palomo
Reproducción de la parte del mapa con la anotación sobre el bergantín Palomo. EP
photo_camera Reproducción de la parte del mapa con la anotación sobre el bergantín Palomo. EP

El investigador ribadense Alberto Paraje acaba de hacer pública la aparición de un documento datado en 1856, un mapa conservado en el archivo del Museo Naval de Madrid, en el que junto a la playa de Arnao aparece una acotación a mano original en la que se lee: "Yan (Concha) En ella se salvó al ancla el Bergantín de Guerra Palomo".

Se trata de una acotación a raíz de un suceso anterior que abre la puerta a Paraje a preguntarse si se refiere al mismo bergantín Palomo hundido en 1810 en Viveiro junto a la fragata Magdalena en una gigantesca tragedia marítima. Cree que al tratarse de un documento original es pertinente preguntarse "si serán sus 18 cañones o alguno de los transportados para artillar Santoña los que reposan en el fondo rocoso de la ría como consecuencia de una acción desesperada para evitar encallar. ¿Sería en nuestra ría el preludio de la tremenda tragedia de la playa de Covas en Viveiro?".

Una posibilidad que se abre es que el Palomo junto con otros navíos de la denominada Expedición Cántabra pudieran haber recalado previamente en la ría de Ribadeo "buscando abrigo alguno de los navíos de guerra que trataban de alcanzar Viveiro, regresando de Santoña averiados por las tormentas padecidas".

En esa zona de Yan, junto a Arnao, es donde se encontraron una serie de cañones, que todavía no está claro cuántos son exactamente, ya que es necesario una investigación más a fondo. Alberto Paraje entiende que es curioso que a pesar de estar esos cañones localizados ahí, no haya una embarcación que pudiera ser la que transportase toda esa artillería pesada, algo muy extraño. Esa podría ser una explicación: que el Palomo se deshiciese de ellos para continuar su singladura hasta Viveiro más ligero de peso. Sabe que no es algo seguro pero que con una anotación tan clara y casi de la época es lo bastante interesante como para que se pueda estudiar.

Se trata de una posibilidad que el propio Alberto Paraje sabe que no es firme en absoluto, aunque también considera que merece la pena evaluar dada la verosimilitud del mapa localizado con una información tan exacta y siendo una fuente de primera mano.

SIN PISTAS. Además, el ribadense recuerda que a día de hoy "ningún estudio profesional se ha realizado sobre los cañones hasta la fecha, con excepción del hecho en junio del 2019 por dos arqueólogos de la Federación Española de Actividades Subacuáticas en colaboración con la Armada, en el que lograron identificar una de las piezas, como un cañón de 24 libras perteneciente al reglamento borbónico de 1728".

Cree que solo eso ya es importante "porque descartaría la hipótesis inicial que se manejaba de que hubieran pertenecido a alguna de las fragatas hundidas en nuestra ría en el ataque inglés de 1719. Por otra parte, el hecho de no aparecer restos de ningún barco parece indicar que no se trata de un naufragio, sino de una exitosa maniobra desesperada para evitarlo, lanzando al mar los cañones para ganar flotabilidad".

Para saberlo, será imprescindible acceder a los cañones.

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