El plan de urbanismo autonómico regirá en doce municipios de la comarca

La nueva normativa se aplicará en todos los concellos excepto en Mondoñedo, Xove, Ribadeo y Barreiros, que sí tienen PXOM

Los concellos mariñanos que carecen de Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) o que se están guiando por las normas subsidiarias de 1991 para construir, –es decir, todos salvo Mondoñedo, Xove, Burela y Ribadeo, que sí aprobaron recientemente sus ordenamientos de acuerdo a la actual ley del suelo gallega– disponen de una nueva herramienta con la que el Gobierno gallego pretende evitar "disparates" amparados en normas caducas y dar seguridad jurídica a los concellos para que sigan dando licencias y desarrollándose. El Plan Básico Autonómico de Urbanismo de Galicia acaba de ser aprobado en el Consello da Xunta y su entrada en vigor es inminente, aunque los alcaldes desconocen sus pormenores. En general, tiene buena acogida, por lo práctico que resulta para saber qué núcleos hay en cada municipio o qué tipos de suelo constan y dónde están. También señala las áreas de servidumbre de paso, de policía de aguas o de protección del patrimonio.

"É coma unha foto finish do concello, da situación urbanística actual, grazas aos Sistemas de Información Xeográfica (Six) nos que se ven os planos de cada zona. É unha recompilación de dados", aclara el edil de urbanismo alfocense, Xabier Pardiñas. "Hai algúns erros, como elementos patrimoniais que non están incluidos, pero en xeral resulta moi útil", afirman.

Este plan –que se puede consultar en la web de la Xunta o en Xioutuga– permitiría al fin que sobre todo aquellos municipios pequeños que, por falta de fondos o por los frecuentes cambios que experimentó la ley de suelo, estén sin Plan Xeral de Ordenación Municipal (Pxom), puedan avanzar en él y mucho más rápido que con iniciativas anteriores de empuje que no dieron resultado. Serían casi 50 los concellos de Galicia para los que estaría pensado. Pero, según Pardiñas, es tan reciente que "poucos están máis ao tanto tras enviar requerimentos á Xunta para activalo".

La Xunta ayudaría al municipio a dar el primer paso para que siga desarrollando el PXOM, "porque por exemplo este plan inicial non vai dicir onde vas poder permitir solo industrial", como señala Pardiñas, que cree que lo mejor es que se reúnen los grupos políticos con un experto para aclarar dudas, más aún en concellos que nunca habían tenidos estos planes.

Pardiñas por ejemplo se pregunta si el adherirse al plan va a suponer que tengan que indemnizar a la empresa con la que se contrató el inicio de la redacción de otro iniciado hace años o si conlleva renunciar a las anualidades que la Xunta había concedido a los concellos para avanzar en ellos. Otro problema que lastraría la aprobación de un PXOM en Alfoz sería el dilatado proceso de concentración parcelaria que lleva 22 años afectando a ocho de sus nueve parroquias. "Toda unha xeración marchou vivir cerca, aínda que traballara aquí, porque non hai vivenda e algúns dos que se atraveran a facela tiveron problemas coa Aplu", añade.

Algunos de los ejes constructivos que contempla se refieren a "la altura máxima de los nuevos edificios que será de diez metros, pudiendo levantar planta baja y dos pisos. Se podrá obrar en parcelas donde se pueda trazar una conferencia de ocho metros". En este sentido, el regidor de O Vicedo, Novo, que está analizando la posibilidad de elaborar un nuevo plan, aunque el suyo ya era de los más actualizados en A Mariña, advierte de que "no casco urbán vicedense hai edificios de máis de tres plantas, pero non adoitan pasar xa dos 13 metros de cornisa".

El regidor barreirense, que advierte de que el PXOM podría aprobarse a finales de este año, analizará de qué forma afecta el plan aprobado por la Xunta al suyo. Pero matiza que hay que tener en cuenta el cariz turístico de la localidad, que multiplica su población en temporadas altas. No oculta que su preferencia serían las construcciones de vivienda unifamiliar, en lugar de los grandes edificios. "En su día se permitieron porque así lo permitía la norma", aclara.

En las zonas del rural gallego solo se permitirán viviendas de planta baja, con un primer piso. El nuevo plan regula cómo han de ser las cubiertas de las viviendas e impide tener casas o cuadras sin pintar o sin terminar.

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