Por el momento algunas asociaciones como Jóvenes Agricultores ya dijeron claramente que "el Gobierno vive en otra realidad" que no es la de los ganaderos que ven cómo sus reses fallecen cada vez con más frecuencia fruto del ataque de las manadas del lobo.
Los daños que causan son cada vez mayores y, al menos por el momento, el plan que está diseñando el Ejecutivo no contempla nuevas ayudas a los ganaderos que sufran pérdidas por los ataques de este animal. La Xunta sí las concede.
Hasta ahora, lo que se venía demandando por los ganaderos, sobre todo en zonas de Riotorto, A Pontenova, Viveiro, Ourol y Xove, era que se aplicasen criterios de control poblacional, pero esta opción parece descartada por el Ministerio para la Transición Ecológica, que pasará a aumentar la protección de esta especie.
Sin embargo, algo mantiene en vilo a los colectivos ecologistas que tanto aplaudieron el proyecto ministerial, ya que aunque se encontraba prácticamente ultimado, parece haberse quedado paralizado.
Algunos colectivos ecologistas aseguran que el Ejecutivo central acabó por ceder a la presión que al parecer ejercieron gobiernos autonómicos de zonas afectadas, como Galicia, que consideraban excesiva la protección al lobo ibérico.
Aunque en este momento hace ya varias semanas que no se producen ataques de lobo en la comarca mariñana, estos eran muy frecuentes y lo que más inquietaba a la población era que estos se estaban produciendo en entornos cada vez más próximos a las viviendas, asustando a sus habitantes.