La madera de pino ha pasado del hundimiento, arrastrada por el crack de la construcción, a revalorizarse y presentar perspectivas positivas de mercado, e incluso tendrá en Galicia una marca propia, de inminente lanzamiento. La fundación Arume, creada a principios del año pasado para innovar en el uso de la madera, presenta este miércoles en Santiago el sello Pino de Galicia y sus planes para dar valor a este producto, con más de 50 empresas del sector.
En el acto de la Cidade da Cultura de esta mañana estarán el presidente de la fundación, José Carballo, y el del comité de marca, Venancio Salcines, además del vicepresidente segundo de la Xunta y conselleiro de Economía, Francisco Conde, quien abrirá el encuentro intersectorial Piñeiros"21. También intervendrá el conselleiro de Medio Rural, José González, antes de las reuniones en las que estarán como ponentes catedráticos como Roque Rodríguez Soalleiro o Antonio Rigueiro; Juan Picos, director de la Escola de Enxeñaría Forestal de la UVI; directivos de la Asociación Forestal de Galicia y de la Asociación Sectorial Forestal de Galicia, además de empresas e industrias como Leroy Merlin España, Finsa, Xilonor S.L. o EDM Casas.
El propósito es apostar por la investigación y el desarrollo en toda la cadena forestal. Por ejemplo, en esta línea, Viveros Mañente ha buscado genéticas que mejoren la calidad de los pinares y el aserradero de Alfoz Hijos de Ramón Rubal consiguió recientemente una certificación europea que le permite destinar Pinus pinaster y radiata de Galicia (madera estructural, tabla y puntón) para la construcción de edificios, compitiendo con productos que llegan del norte y este de Europa. Según Pino de Galicia, la madera estructural de pino presenta un mercado en claro crecimiento y buenas perspectivas para los próximos años.
