El Pescados Rubén Burela FS logró su séptima Copa Galicia al imponerse al Marín Futsal por 1-5 en la final disputada en Noia. Un partido en el que se jugó a lo que quiso Peque, el faro del conjunto naranja, que dio una exhibición sobre el parquet. Pasó, diribló, marcó, asistió, robó... Un auténtico lujo. El duelo se decantó en la segunda parte ante un Marín que peleó durante 30 minutos pero que se hundió en el tramo final del choque.
Los primeros diez minutos de la primera parte fueron de dominio total del Burela FSF. El Marín salió cohibido, pensando más en defender que atacar, y el balón y las oportunidades fueron cayendo del lado naranja hasta que llegó el gol. Antía, Peque e Irene Samper lo intentaron, pero cuando no fue fuera, apareció Silvia Aguete. Pero en el minuto 8 Patri, en el pívot, hizo una dejada para que Antía marcase por debajo de las piernas de Aguete, que no vio venir el balón.
A partir de ahí el partido se igualó. Las naranjas hicieron daño encontrando a las pívot, pero el Marín empezó a salir a la contra. Caridad hizo una gran parada a Pau y Ale de Paz mandó el balón al palo, mientras que Silvia Aguete seguía con su recital de paradas a Emilly y Dany. Antes del descanso aún tuvo que intervenir Caridad ante Ale de Paz muy bien y Pau tuvo el empate en sus pies.
La segunda parte comenzó con un gol a la contra de Dany que a pesar de tener 38 años parece una juvenil. Pero el Marín no se rindió y Ale de Paz recortó diferencias en una estrategia de córner a pase de Pau. El conjunto pontevedrés no se rendía y se volvía a meter en el partido.
Pero Peque presionó una salida de balón, robó y marcó. La jugadora madrileña fue el faro del Pescados Rubén FSF y en la final se jugó a lo que quiso ella. Con el 3-1, el partido se rompió, siendo completamente naranja. Solo Silvia Aguete frenó una goleada mayor, sobre todo a los disparos de Irene Samper.
El Marín probó con el juego de cinco a falta de menos de ocho minutos, pero Emilly marcó desde su campo tras una presión de Peque y Patricia marcó su gol a pase de Irene Samper, el quinto. Antes, la exburelista Ale de Paz había mandado un balón al larguero en la única ocasión del conjunto pontevedrés con el ataque de cinco.
