Los pescadores alertan de que el furtivismo del percebe se intensifica

El patrón mayor de San Cibrao dice que intentan echar a los implicados, la mayoría llegados de Ortegal, Valdoviño y Ferrol

Un agente rastrea la costa de Ribadeo. AMA
photo_camera Un agente rastrea la costa de Ribadeo. AMA

A MARIÑA. El buen tiempo de los últimos días atrajo hasta la costa lucense a pescadores furtivos, quienes según los profesionales aprovechan la coyuntura y que el sector tiene cerrada la extracción para llevarse el percebe que ahora está en fase de recuperación. Así lo denuncia el patrón mayor de San Cibrao, Javier Sánchez Cuadrado, quien asegura que «cando os vemos pola costa avisamos e se podemos botámolos».

Los profesionales suelen extraer este recurso entre los meses de junio y agosto, así como en Navidad, que es cuando mayor valor tiene en el mercado, que asciende de forma pareja a la demanda. Los furtivos compiten en las mismas fechas, pero también fuera de ellas. Si las condiciones del mar son óptimas buscan los mejores horarios para tratar de eludir los controles, aunque los guardapescas realizan turnos de mañana y tarde para evitar su acción, pero los profesionales por ley no faenan a partir de las seis de la tarde.

REINCIDENTES. Los servicios de vigilancia ya los tienen fichados, porque normalmente son los mismos. En su mayoría proceden del Ortegal coruñés, Cedeira, Valdoviño y Ferrol, aunque ocasionalmente detectaron alguno que acudió desde la vecina Asturias.

Muchos acuden con el pedido hecho o después ofrecen el producto por la calle y también a restaurantes. Además, ya los vieron en el exterior de la lonja de Cedeira, donde les adquieren el producto a los compradores de marisco.

La normativa registró cambios y en teoría el furtivismo pasó a ser delito, pero estas infracciones son tratadas como faltas administrativas con un periodo de prescripción de tres años.

Los agentes que les capturan, que suelen ser del Seprona, la Guardia Civil, los Gardacostas o los vigilantes de las cofradías, decomisan todo el producto que pueden y después se les aplica una sanción por parte de las autoridades, pero suelen declararse insolventes y tienen el patrimonio a nombres de otras personas, normalmente familiares. Esto hace que los furtivos habituales, que son reincidentes, acumulen multas, algunos por más de 100.000 euros tras ser sorprendidos en múltiples ocasiones.

El último recurso contra el sistema que emplean para eludir la ley consiste en que el abogado de sanciones presente una reclamación por vía judicial debido al impago de las sanciones dentro del plazo establecido. En la actualidad alguno ya está pendiente de juicio.

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