Cuatro personas más se presentaron a las pruebas para tratar de ser socorrista en el municipio de Ribadeo. El alcalde, Fernando Suárez, apuntó que es probable que no acaben pudiendo cubrir todas las plazas que tenían pensadas pero en todo caso garantizó que se ofrecerá un servicio correcto a los usuarios de los arenales ribadenses.
El pasado fin de semana ya comenzaron a trabajar los que fueron admitidos en la primera tanda y, como viene siendo habitual, los que tienen como lugar de trabajo la playa de As Catedrais son los que tienen que enfrentarse a un mayor número de incidencias. No son necesariamente rescates de bañistas, sino muy a menudo incidencias de mayor o menor calado. Muchos pequeños cortes o torceduras o algunos golpes sin demasiada importancia pero que es necesario atender igualmente.
DIFERENCIA. Mientras en Ribadeo y en el resto de la comarca mariñana se da la circunstancia de que muchos alcaldes están teniendo graves problemas para conseguir socorristas, la piscina municipal de Ribadeo es el escenario en el que se hacen las pruebas para ser socorrista en el municipio asturiano de Castropol.
En la comunidad vecina las exigencias siguen siendo parecidas a las que había anteriormente en Galicia y para alguna gente basta un curso de tres fines de semana y posteriormente superar unas pruebas para garantizar la capacidad de los candidatos. Eso hace que muchos opten por ir a trabajar a Asturias.
En el vecino municipio de Barreiros están igualmente a la espera de saber si tendrán opción de contratar algún socorrista más de los quince que ya tienen asegurados debido a que la alcaldesa, Ana Ermida, entiende que es necesario contar con más personal durante la época estival.
Este servicio estará de nuevo coordinado por Javier Díaz Novás, Troski, que en esta ocasión deberá adecuar el personal a las exigencias estivales.
