La Federación Galega de Cofradías, que preside José Antonio Pérez, solicita que se desestime el proyecto del parque eólico marino Nordés, que se situaría frente a Ortegal, al considerar que es "incompatible con la actividad pesquera y el respeto de los ecosistemas", amén de reclamar detalle y amplitud en cuanto a los datos que se incluyan en la evaluación ambiental. Destacan que la instalación y el cableado tendrían impacto directo e indirecto en 30 caladeros de pesca y en 27 de las principales especies de interés comercial que captura la flota del caladero Cantábrico noroeste.
Las cofradías consideran además como agravante la elección para los soportes de los aerogeneradores de zonas arenosas o de fango, que son justo en las que trabaja la flota de arrastre, con más de 50 buques operativos en el área y que no puede faenar en zonas sin esas características. En base a la repercusión socioeconómica y biológica reclaman la incorporación de datos sobre la actividad pesquera y la riqueza de stocks.
La entidad cree asimismo que el Ministerio de Transición Ecológica no debería tramitar la consulta sobre el mismo al no estar aún definida la planificación del espacio marítimo, que es la que marca las posibles zonas donde podrían implantarse estas infraestructuras.
Galicia tiene un observatorio con participación de la Xunta, el sector y empresas para analizar el impacto de cualquier proyecto y su afectación a la pesca, y aseguran que la empresa no comunicó el proyecto. Las cofradías se oponen al mismo dada la afectación a importantes caladeros de pesca con una actividad sostenible, que rechazan que se vea "afectada por una industria de tanto impacto en los ecosistemas y tantas incertidumbres sobre sus consecuencias en el hábitat marino".
Reclaman que la evaluación ambiental integral incluya afectaciones singularizadas a cada especie y arte de relevancia de la zona
La federación de cofradías propone la inclusión de datos sobre afectaciones singularizadas en cada caladero en que incide con datos del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y de la Secretaría General de Pesca, además de un análisis sobre la riqueza media, diversidad y dominancia de especies en el área del parque.
El rendimiento de kilos por hectáreas de las diferentes especies, tanto en la zona ocupada por el parque como en las servidumbres de seguridad y los límites a la actividad pesquera en su entorno, incluida la posible prohibición en las áreas de cableado, son otros datos que considera relevantes, junto al rendimiento en kilos por lance de las distintas especies. Además pide considerar las vedas y limitaciones a la pesca vigentes en la zona, donde hay un plan de gestión para los buques de los censos del Cantábrico noroeste, así como el impacto en el arrastre durante los meses de vigencia de la veda de A Coruña y Cedeira, que comprende del 1 de octubre al 31 de enero.
CIGALA Y BONITO. También piensa que debe solicitarse el Ices un informe sobre la afectación a los ecosistemas marítimos, en especial en relación con la cigala de la zona UF25 sometida a medidas de protección con una veda para su recuperación desde 2017. Apuesta además por incorporar el impacto en campañas estacionales del bonito, el boquerón o la caballa.
La relación con especies de importancia en el área de ubicación y la contigua, como la sardina, la caballa, el jurel, el lirio, la merluza o la cigala, son otros datos que reclama, amén de la actividad de las flotas de arrastre, volanta, enmalle, palangre y cerco en dicha zona, dado que puede originarse la pérdida de caladeros, especies y su desplazamiento, amén de pérdidas económicas y de empleo.