El comité de Alcoa ve "imposible" parar la fábrica el lunes sin causar un daño "irreversible"

El anuncio del Gobierno de parar las actividades no esenciales las próximas dos semanas lleva la incertidumbre a la aluminera de San Cibrao. La empresa recordó al Ejecutivo que trabaja "en continuo" y no puede detenerse de forma abrupta

Instalaciones de Alcoa, en San Cibrao. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Instalaciones de Alcoa, en San Cibrao. JOSÉ Mª ÁLVEZ

El anuncio del presidente del Gobierno de paralizar toda actividad no esencial las próximas dos semanas lleva la incertidumbre a Alcoa en San Cibrao. "Es imposible realizar una parada programada de la producción para el lunes 30 sin causar un daño irreparable e irreversible para las instalaciones, ya que técnicamente el sistema electrolítico es continuo y una parada en esta condiciones supondría un escenario que el comité de empresa no contempla", aseveran los representantes sindicales.

Añade el comité que la planta mariñana es proveedora de aluminio primario a las fábricas de Amorebieta, Sabiñánigo y Alicante «que lo transforman para el sector farmacéutico y alimentario, ambos de primera necesidad», por lo que exigen "la continuidad de la producción" en San Cibrao.

Recuerdan por otro lado que la actividad productiva se desarrolla en una zona, A Mariña, "de muy bajo índice de contagios, nulo hasta el momento dentro de nuestras plantas, en las que se han tomado medidas que exceden las estrictamente establecidas por el Gobierno durante el proceso de alarma".

Por su parte desde Alcoa indicaron que están "en contacto" tanto con el Ministerio de Industria como con la Xunta de Galicia "para explicarles la peculiaridad de nuestra industria, que es una industria en continuo, operativa las 24 horas".

La paralización de la actividad en el complejo industrial de Alcoa no se puede hacer de forma automática de un día para otro, sino que es un proceso complejo que lleva su tiempo. El apagado de las cubas de electrolisis en las que se fabrica el aluminio a altas temperaturas debe realizarse de forma controlada, no abrupta, para que no sufran daños y puedan ser rearrancadas en condiciones.

DOS MESES. Este proceso podría llevar unos dos meses, según fuentes sindicales, mucho más tiempo de las dos semanas que obliga el Gobierno a parar las actividades no esenciales. 

La fábrica de aluminio cuenta con 512 de estas cubas, de las que 32 se apagaron el pasado agosto en una estrategia de la empresa para intentar paliar las pérdidas causadas por el coste eléctrico.

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