ATLETISMO

Para Adrián Ben no hay imposibles

El vivariense disputa la final de 800 en el Mundial con la peor marca de los finalistas pero muy reforzado anímicamente ► Sin presión, su estrategia es una incógnita ante hombres de la talla del bosnio Amel Tuka o el puertorriqueño Vázquez
Adrián Ben, en la semifinal. EFE
photo_camera Adrián Ben, en la semifinal. EFE

Una mañana ventosa en un pueblo de A Mariña había dejado paso a una tarde plácida, más propia del verano que del otoño actual. Como decorado, un puerto pesquero. Dos septuagenarios charlaban animadamente. Uno, el que le llevaba la batuta en la conversación, le decía a otro. "¡Hay un chaval que está en las semifinales de un Mundial, de atletismo! ¿Entiendes lo que te digo? ¿Me escuchas?". El otro asentía, incrédulo, sin saber muy bien de qué hablaba. El fútbol, por un instante, había quedado aparcado en segunda fila. Unas horas después, Adrián Ben Montenegro, "el chaval", volvió a descubrir que lo imposible, para él, es relativo. Con el peor tiempo de los 24 semifinalistas, se metió en la final, que corre este martes, a las 21.10 horas, en el Mundial de Doha.

Los datos abruman. Será el segundo español en correr una final de 800 de un Mundial. Lo hizo Tomás de Teresa en 1991 en Tokio y fue octavo. Antes, ya se había convertido en el atleta español más joven en correr una semifinal de un Mundial. También fue el primer atleta nacional en bajar de 1:45.00 en un Campeonato del Mundo, con un crono de 1:44:97. "Alguien tenía que ser el primero", dijo tras finalizar la prueba del domingo.

Pero esta catarata de datos y marcas no termina aquí. Ya cuenta con la mínima para correr en los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020, que está establecida en 1:45.20. También batió el récord gallego de la distancia a Colomán Trabado, que lo tenía en 1:45.15. Además, su marca en las semifinales se convierte en la octava mejor de la historia de nuestro país, estando el récord en posesión de Saúl Ordóñez con 1:43.65. También es el cuarto finalista español más joven de la historia.

Luis Ramallal: "Con 11 años me decía que quería ir a Madrid 2020"
Luis Ramallal, en el colegio de Galdo. JOSÉ Mª ÁLVEZLuis Ramallal fue el primer entrenador de Adrián Ben. Lo cogió en el colegio de Galdo, donde estudió el vivariense. "El díxome, cando tiña 11 o 12 anos, que quería estar en Madrid 2020, cando Madrid estaba na loita polos Xogos Olímpicos nese ano", recuerda el ahora director del colegio de la ciudad del Landro. "Outros querían ser Messi ou Ronaldo, pero para el non era unha fantasía", dice. 

"Sentín unha alegría indescriptible cando vin a semifinal", dice el profesor. "Pode parecer fachendoso, pero non me sorprendeu, pola súa intelixencia e capacidade competitiva", añade un hombre que es un forofo del atletismo, que comenzó con Ben cuando él era profesor de Educación Física en el colegio de Galdo. "Eu quixen darlles a oportunidade aos rapaces de que probaran outros deportes que non foran só os de equipo", recuerda. 

Ya desde pequeño destacaba entre sus compañeros. "Víase moi rápido, moi consistente e resistente e moi ben coordinado", dice Ramallal. "Podía facer ben calquer disciplina que practicase", añade y recuerda como era un niño "moi positivo que sempre estaba moi ilusionado con todo lo que se lle proponía".

Adrián Ben practicó fútbol, baloncesto y balonmano, donde estuvo hasta categoría infantil, pero finalmente se decantó por el atletismo. "El tiña a potencialidade e os valores, pero no atletismo hai tantas circunstancias para que non saian as cousas...", dice Ramallal, que recuerda como "Adrián daba o cen por cen en cada competición e tamén tiña unha cousa moi boa: confiaba moito no que lle dicía".

También recuerda Ramallal como en un Campeonato Gallego infantil ganó la carrera de 60 metros lisos, fue plata en salto de longitud y bronce en los 1.000 metros porque fue tirando toda la carrera y todo en una competición de un día. "E iso que el saía nos 60 metros dereito, de pé, porque non tíñanos donde adestrar a saída de tacos". 

Sobre la final, Luis Ramallal lo tiene claro. "Eu penso que vai a competir ben", dice el profesor, al que no le gusta hacer pronósticos. "E outra cosa boa que ten é que poucas veces se vai confundir na estratexia; só lle vin confundirse non máis de tres veces, e unha foi no Europeo sub 23 onde quedou fóra da final nos 1.500 metros", recuerda su primer entrenador.

 

SUS RIVALES. En la final se medirá a un texano, Bryce Hoppel; a su compatriota Donovan Brazier; al bosnio Amel Tuka, que fue bronce en el Mundial de 2015 y que tiene el mejor tiempo de todos los competidores; Wesley Vázquez, un puertorriqueño al que Adrián Ben le pidió hace tres semanas que le firmara su dorsal y al que este martes mirará de igual a igual en la final; el keniata Ferguson Cheruiyot Rotich, que empezó tarde pero ahora es uno de los favoritos; Marco Arop, canadiense, que ganó este año el oro en los Juegos Panamericanos y el norteamericano Clayton Murphy, que fue bronce olímpico en Río 2016.

No hay una estrategia clara que pueda beneficiar o perjudicar al vivariense. En la primera carrera fue en cabeza y acabó segundo. En la semifinal fue último buena parte de la prueba y acabó remontando y entrando por tiempos en la final. Qué decisión tomará, junto a su entrenador Arturo Martín, lo sabremos este martes. Pero de lo que nadie duda es que dará que hablar.

Pedro Esmorís: "Creo que va a quedar 6º o 3º, es un presentimiento"
Pedro Esmorís, extrenador de Adrián Ben. JOSÉ Mª ÁLVEZPedro Esmorís es uno de los mejores amigos de Adrián Ben en Viveiro. Fue su entrenador en Roqsport y lo conoce desde que era un niño y coincide con Luis Ramallal en que no le sorprendió la actuación de Ben ni el sábado ni el domingo. "Él es muy valiente y siempre sabe competir", dice. 

Reconoce Esmorís, ahora al frente del Roqpark en el monte San Roque, que "me emocioné mucho viendo las semifinales y me alegró mucho por él, porque es muy buen crío, siempre agradecido, muy buen compañero", cuenta, y añade. "Mañana lo deja y se olvidarán de él, pero yo tengo una relación de afecto con él y con todos los chavales que pasaron por nuestras manos en un deporte muy duro, donde lloras, te mojas...".

El mariñano afirma que vio la carrera "en casa, con mis niños, saltando de alegría, porque los míos lo conocen de verlo por ahí", advierte. 

El vivariense destaca varias de las condiciones que tiene Ben. "Tiene una cabeza muy bien amueblada; el límite hasta dónde quiere llegar se lo pondrá él", afirma y recuerda como además de un gran atleta también fue muy buen estudiante y compañero. 

Esmorís recuerda como en una época tenían que pelear con las marcas "para que le mandasen zapatillas, pero algunas firmas nos decían que no encajaba en el perfil".

Su exentrenador tiene un presentimiento. "O hace tercero o sexto; no sé, es el presentimiento que tengo, porque él ahora mismo está supereforzado anímicamente", argumenta. 

Uno de los puntos en los que se ha apoyado la carrera de Adrián Ben son sus padres. "Sus padres, Antonio y Ana, cuántas veces habrán tenido que cruzar la Gañidoira nevando para llevarlo a entrenar", afirma.

 

ÁNIMOS. Las felicitaciones para Adrián Ben llegan desde todos sitios. EL CD Lugo y el Breogán, el Barcelona, equipo para el que compite en España. También de exatletas como Luis Miguel Martín Berlanas. "Espectacular Adrián Ben Montenegro clasificado para la final del Mundial con una enorme marca personal, 1:44.97. Una maravilla Adri. Enhorabuena Arturo Martín".

Se acordó de él también el televisivo Roberto Vilar, vecino de Xove. "Noraboa a @adryben44. Un de Viveiro na final do Mundial de Doha 2019. IMPRESIONANTE!!! Qué crack!!!" rezaba el comentario. Ya hay quien pide que un escenario de Resurrection Fest y una pizza del Galipizza lleven su nombre.

Felipe Martínez: "Desde pequeño se le veía un correr fácil, muy bonito"
Felipe Martínez. IRIA L.VMás en la sombra, siempre alejado de los focos, Felipe Martínez es la otra parte en Roqsport y ahora también en el parque de la naturaleza que hay en el monte San Roque. Y otro de los hombres que entrenó a Adrián. "Ya desde pequeño se le veía un correr muy fácil, muy bonito, una técnica muy buena, pero no sé sabe nunca; él tenía la cabeza muy bien puesta desde siempre", asegura. 

Martínez advierte que el entorno "es muy importante siempre cuando son pequeños, los amigos, los padres" y destaca de su expupilo que "tiene una gran mentalidad competitiva, de aguantar la presión, de no venirse abajo en situaciones complicadas", dice y reconoce que se emocionó viendo las semifinales aunque él no es mucho de mostrar sus sentimientos. 

Sobre la final que se disputa este martes, Felipe asegura que "octavo no creo que quede, pero no sé, porque son todos muy buenos y todos tienen un gran final", concluye.

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