Los votos en contra del PP y del BNG impidieron al equipo de gobierno de Burela sacar adelante la adjudicación del servicio de la basura en el pleno telemático celebrado a última hora de la tarde de este jueves. El concejal de obras, Ramiro Fernández Rey, defendió las mejoras que implicaría el nuevo contrato que estaría en manos de la empresa Urbaser con respecto al anterior y en ellas justificó el aumento del precio del servicio, que pasará de los 660.000 euros del contrato actual a los 816.000 del nuevo. El edil también advirtió a la oposición de que si esta adjudicación no se hacia "córrese o risco de deixar os veciños sen recollida do lixo".
Sin embargo, el portavoz del BNG burelés, Mario Pillado, aseguró que las mejoras expuestas "son un proxecto que non sabemos si se farán realidade, pero o que si é certo é que os veciños van pagar máis e no medio dunha crise". "Non podemos estar a favor deste contrato", dijo, después de defender la idoneidad de municipalizar este servicio.
En este sentido, el portavoz popular, Manuel Rouco, insistió en que esta adjudicación era "a máis cara da historia de Burela", por lo que mostró su rechazo absoluto a la misma.
El alcalde, Alfredo Llano, apeló a la responsabilidad de los partidos para que el municipio pudiera contar con un servicio que en estos momentos dijo "é vital". Tras la votación, el regidor mostró su indignación por el resultado final y aseguró, visiblemente contrariado, que "calquera cousa que pase a partir de agora e se os veciños se quedan sen servizo de recollida do lixo, vounos responsabilizar a vostedes", en alusión a Pillado y Rouco.