El comité de empresa de la fábrica lucense de San Cibrao del gigante mundial de fabricación de aluminio Alcoa ha reprochado a las autoridades españolas la "sumisión total" a la multinacional estadounidense, en lugar de buscar una solución que garantice el mantenimiento de la producción y el empleo.
Esa es la reacción del comité de empresa a la reunión celebrada este lunes entre el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la ministra de Industria, Reyes Maroto, sobre el futuro de la fábrica, de la que la multinacional estadounidense trata de cerrar y desprenderse de sus empleados.
El presidente del comité de empresa de la fábrica de Alcoa en San Cibrao, José Antonio Zan, dijo a Efe que la ministra de Industria no hizo referencia a una posible "intervención pública" de la factoría para facilitar su venta a un inversor industrial, como pidieron el Parlamento de Galicia y el Congreso de los Diputados. "No abrió la boca" en relación con ese tema, dijo Zan, algo que, a su juicio, es "esperpéntico" y que debería llevar a los responsables de la Administración pública a "reflexionar", añadió.
El Ministerio de Industria se limita a "decir que la culpa de todo es de Alcoa", pero no aporta alternativas para desbloquear una situación, después de meses encallada, y buscar una solución industrial para mantener la producción de aluminio primario en España, enfatizó.
A su juicio, esta postura resulta difícil de entender en un contexto marcado por la crisis de suministro de materias primas y "da la sensación de que, si Alcoa quiere, puede hacer con nosotros lo que quiera", lamnetó Zan.
Ahora, se habla "poco o muy poco" de una "verdadera solución" para superar la actual situación, a pesar de la huelga que mantienen desde el pasado 27 de septiembre los empleados de la fábrica de San Cibrao, en el municipio lucense de Cervo.