"Nunca unha crise tan grande tivemos nestes tempos"

El armador celeirense Eugenio Regal dice que el veto en los cantiles apunta otra vez a la flota española  y sus derechos históricos, dejando al arte de pincho debilitada para el invierno 
Eugenio Regal, este martes en el muelle de Celeiro. EP
photo_camera Eugenio Regal, este martes en el muelle de Celeiro. EP

"Vivimos unha situación moi complicada, as autoridades din que non queren desmantelar a frota pero a este paso vaise desmantelar ela soa, porque nunca unha crise tan grande tivemos na pesca nestes últimos tempos". Quien habla es Eugenio Regal, Geni, armador de Celeiro que todavía mantiene en Gran Sol un barco moderno, el Anxuela, y otro con bandera del Reino Unido, el Brisca, que desde el lunes navega hacia Escocia.También le preocupa un espadero que faena en el Atlántico Sur porque las perspectivas de veto para capturar tintorera tampoco son buenas. 

Una vez consumado el Brexit, que le dificulta traer el pescado fresco del abanderado —si lo desembarca aquí necesita 48 horas de trámites con Sanidad Exterior y la Guardia Civil de Fronteras—, ahora es el veto en los cantiles comunitarios el que puede poner contra las cuerdas al de bandera española y ocurre, según sus palabras, porque una vez más España 'ha abandonado' sus derechos históricos sobre estos caladeros que son clave para la rentabilidad del palangre y la volanta en invierno. Es ahí, en esos fondos, donde se refugia la merluza y el pescado ‘variado’ en invierno, mientras en los llanos fondos de arena lo encuentran en verano.

"O Anxuela tamén saíu por saír, rumbo ao Porco (uno de los caladeros irlandeses) pero agora nesas áreas entran e saen os barcos e os palangres non se poden largar uns por riba doutros", explica, asombrado también sobre otras circunstancias de los mares que frecuentan. En concreto, asegura que mares irlandeses conocidos en Galicia como O Sindicato o A Selva, están trufados de corales pero, en cambio, ahí no hay vedas comunitarias y sospecha que es para no fastidiar a los cigaleros de arrastre irlandeses. "Pegado á súa costa dóelles máis, polos pescadores artesanais, aí non teñen problema", asegura. ¿Que allí faenan con el temible tren de bolos para pasar el aparejo de arrastre sobre las piedras y cantiles? Aquí lo prohibieron hace años, y tampoco se puede pescar con arrastre pelágico.

Pero hay muchas otras circunstancias en las que aprecia agravio a los pescadores españoles en Gran Sol: "Quítannos de pescar nos canóns submarinos cando os cableiros que tenden a fibra óptica entre Europa e América pasan como arados por eses fondos". Como sucede donde el arrastre ya se llevó por delante los corales. 

En cambio, el palangre, que busca el pescado de noche cuando se mueve a distintas profundidades —sus anzuelos levantan entre 15 metros del fondo y las 220 brazas, con una ‘tira’ o línea de seguridad que impide que el aparejo quede en el fondo— ahora se ve perjudicado. "O palangre pasa por encima diso e a volanta toca o fondo pero tamén evitan os corais", dice. Con el veto, moverse ahora con tres caceas de 120 palangres a lo largo de 12 millas se volverá complicado en los cantiles.

Y EL GASÓLEO POR LAS NUBES. Lo peor es que, tras un año 2021  complicado para este arte fija de fondo, que por la pandemia y los precios del gasóleo ha dejado empeño en bastantes barcos, ahora que parecían remontar en el 2022, el veto europeo corta la recta final del ejercicio, normalmente la más productiva.

"A frota afectada somos nosoutros, non os irlandeses e franceses, nun momento en que o peixe tampouco vale moito, mentres o gasóleo volveu subir a 1,17 euros. Como defende así un barco que trae 9.000 quilos de quince días de marea e vende a pescada a unha media de 3,40 euros? Nunca unha crise tan grave tivemos", señala Regal, aunque reconoce que la volanta está pescando más. Es menos selectiva, depende del paso de los peces y no de su apetito con la carnada, pudiendo evitarla al estar cebada con otros peces y organismos. 

También se pregunta del daño en el mar que realizan los grandes arrastreros pelágicos de los países nórdicos, aquellos que meten toda captura a bordo solo con destino a harinas de pescado y subproductos irreconocibles en los estantes de las grandes superficies comerciales. Las mismas que preferirían obtener pescado en grandes subastas sin lidiar con las fluctuaciones del mejor pescado fresco. 

"De seguir así, acabaremos comendo peixe tratado en piscifactorías con antibióticos ou non diferenciando o que levamos á boca, como lles ocorre aos ingleses; estorbamos e os ecoloxistas estánnos apartando porque tampouco a pesca histórica se defende", dice este armador de Celeiro. 

Tiene noticia de que Irlanda y Francia ya abrieron ayudas al desguace y reconoce que el momento actual no es muy propicio ni para quien debe coger el relevo de gestionar las armadoras ni para la gente necesaria a bordo pues la falta de marineros continúa como un problema fundamental para la flota pesquera. 

El grave problema que se avecina para el sector se vislumbra desde distintos ámbitos sociales y políticos, con temor a que los muelles y lonjas se queden tan vacíos como han acabado los de Asturias, en una comarca mariñana para la que de momento no hay soluciones contundentes y viables.

Las pancartas, como las que ha colocado estos días el BNG aludiendo a la ‘Unión Europea, ruína da pesca galega’ o ‘Galiza vive da pesca. Defendámola’, recuerdan la crisis que también vive Alúmina-Aluminio, una fábrica en horas bajas que ya en su día propició un bajón en la pesca al ‘emigrar’ mucha mano de obra pescadora hacia el trabajo con sueldo asegurado a fin de mes, en tierra. 

PREOCUPACIÓN LABORAL. En el plano laboral, la CIG pide la inmediata puesta en marcha de un plan de compensación para la flota y los marineros afectados por si hay amarres forzosos, para garantizar los ingresos de la flota  y que no se compute el desempleo consumido a los marineros afectados. 

La CIG critica la falta de respuesta de las administraciones sobre las compensaciones y, en concreto, critica que "a Xunta segue sen convocar o Consello Galego de Pesca, malia a importancia que ten a actual situación e as súas consecuencias".

Ve incomprensible que la Xunta no interponga su propio recurso al veto de la Comisión Europea, cuando está legitimada para hacerlo, con independencia del Gobierno. Pide a cofradías y entidades patronales que también pongan en común el suyo y fijar un calendario de movilizaciones. 

"Até que se consiga poñer fin ao veto, ben pola vía da revisión do informe científico que ten que ter lugar nas próximas semanas, ben porque coa interposición do recurso consigamos como medida cautelar a suspensión deste regulamento", explican desde la central sindical. 

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