El Alto do Fiouco de la Autovía del Cantábrico (A-8) cerró durante seis horas de madrugada, pese a la reciente instalación de balizas -no están todas colocadas, pero sí algunas de ellas- que mejoran la visibilidad entre la niebla. Los conductores tuvieron que utilizar la N-634 entre las 4.37 horas y hasta las 10.55 de la pasada jornada, aunque las heladas también afectaban a las zonas altas de Mondoñedo, como la de A Xesta, con mínimas que en algún caso llegaron a -3,5 grados.
Mientras la Dirección General de Tráfico instala balizas y elementos que facilitan la circulación en la medida de lo posible en este punto de la Transcantábrica, el Ministerio de Fomento sigue sin licitar la fase de prueba de los prototipos que podrían servir para evitar tener que cerrar el tramo.
Tras reabrirlo, aún se mantuvo durante un tiempo el nivel rojo por niebla, obligando a circular incluso a 60 kilómetros en el tramo que salva Mondoñedo por la Autovía del Cantábrico.
A partir de las tres y media de la tarde, el problema fueron los vientos, que obligaron a activar el nivel verde por precaución para circular por el Alto do Fiouco, a más de 500 metros de altura, con rachas de aire que superaban los 30 kilómetros por hora.
Aún así, las rachas más fuertes de nuevo se registraron en la estación meteorológica vivariense de Penedo do Galo, con 86 kilómetros por hora, seguidos de los 64 de Burela. El aire contribuyó a que la sensación térmica fuese por ejemplo de dos grados en Foz, donde hubo seis.
ACCIDENTE. Una mujer resultó herida al salirse de la vía en el kilómetro 585 de la N-634, cerca del enlace con la Autovía del Cantábrico, a la altura del municipio de Mondoñedo.
El 112 recibió el aviso del accidente en torno a las nueve y media de la mañana, cuando el paso por la autovía todavía estaba cerrado por las nieblas. El vehículo estaba volcado en la calzada. Los bomberos de Barreiros no tuvieron que excarcelar. La accidentada fue desplazada al Hospital da Costa con heridas leves.
