"Non pode custar máis un litro de auga que de leite"

La mayor explotación de la zona, con 850 reses, constata que la subida por litro está muy lejos de compensar los costes de luz y alimentos
Juanjo Fraga, con varios animales en su explotación de Alfoz. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Juanjo Fraga, con varios animales en su explotación de Alfoz. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Las explotaciones lácteas están a punto de cerrar un annus horribilis que no parece que vaya a amainar con la entrada del nuevo ejercicio, mas al contrario cuentan ya con nuevas subidas en los costes, como es el caso de la electricidad y el alimento para los animales. "No noso caso as subas nas facturas da luz foron do cincuenta por cento e para o concentrado hai unha prevista xa para xaneiro de 30 euros por tonelada e para marzo prevese de 45. Por eso toda a suba de céntimo ou céntimo e pico por litro de leite que nos ofreceron non vai chegar a nada para a suba real que temos de custos", cuenta Juanjo Fraga, responsable de Casa Barbeiro, la mayor explotación láctea de la comarca mariñana. Una granja que suma 850 reses, entre las que poseen en la central de Alfoz y las que tienen en Ribadeo de una mediana explotación que adquirieron a finales de 2018. "O custo de producir un litro de leite depende de cada explotación e eu entendo que hai que ter en conta o custo das instalacións e do patrimonio que aportamos á hora de producir, pero na meirande parte dos casos non se ten en conta", lamenta Fraga, quien en su caso concreto cerrará el año con un coste superior a los 42 céntimos por cada litro de leche que sale de sus animales. "O custo o pasado ano foi de 36,8 céntimos e neste 2021 tiñamos calculado un incremento en setembro de 2,5 por litro e estimábamos estar en catro neste mes, pero chegaremos aos 6, superando así os 42 céntimos", añade.

SEIS MILLONES DE LITROS. El ganadero cree que el coste del litro de leche en los lineales de los supermercados debería subir unos diez céntimos y repercutir los beneficios entre los ganaderos y la industria, pero es algo que frena la distribución. "Non debería custar máis un litro de auga que de leite, pero custa e cun litro de leite case cea unha familia", asevera el propietario de Casa Barbeiro, una explotación que cerrará el año con una producción superior a los seis millones de litros.

Registran una media de treinta partos al mes, aunque este diciembre tuvieron trece en un solo fin de semana

Una leche de calidad excelente sometida a dos certificaciones, una privada y otra de las empresas a las que vende: Nestlé en el caso de la granja ribadense, destinada exclusivamente a alimentación infantil, y Leche Río para Leyma Natura, en el caso de la de Alfoz. "É leite baixo en ácidos graxos saturados, cun 4% de graxa, 3,50 de proteína e 9,1 de extracto seco", cuenta el responsable.

Un ganadero que reconoce que son muchos los atrancos para salir adelante y es consciente de que "hai granxas que están sacrificando os animais menos produtivos ou que están diminuíndo os concentrados, pero á larga pode repercutir en baixadas de fertilidade ou problemas de recría". Fraga teme que "se a crise é grande, nunha explotación como a nosa aguantas peor porque pérdense moitos máis miles de euros", pero a la vez es consciente de que "non se pode tirar a toalla, hai que mirar anos vista e confiar en que veñan tempos mellores", aunque también sabe que algunas reformas pendientes podrían retrasarse a la espera de ir viendo cómo evoluciona el sector.

Entre las previstas está la de ampliar la instalación alfocense en 800 metros cuadrados para centrar en esta zona la recría de las dos explotaciones, en las que se suelen producir una treintena de partos al mes, aunque en este último mes se llegaron a registrar trece en un solo fin de semana.

El mundo de la ganadería es lo que Juanjo vivió desde pequeño y siempre tuvo claro que ese sería su medio de vida. "Estudei Enxeñería Agrícola, pero sempre estiven ligado a isto", rememora sobre el origen de Casa Barbeiro, que lleva a modo de homenaje el apodo por el que todo el mundo conocía a su abuelo José, con quien se crió. "El e miña avoa Benilde eran os meus padriños e transmitíronme moitos valores", cuenta Juanjo, de 44 años, al frente en solitario de una explotación que de sus abuelos pasó a su madre, que fue la que empezó la ampliación de un proyecto, al que en 2007 se incorparon Juanjo y su hermana, que se retiró una década después.

Desde la época de sus abuelos, la cosa cambió casi como de la noche al día, tanto por las condiciones de vida de los trabajadores, que ahora están a turnos —al que se suma personal externo de veterinaria, reproducción, calidad de leche y parte clínica— como, sobre todo, por la modernización que impera en las instalaciones. Desde 2013 están informatizadas y, en el momento en que nace un animal, queda identificado con un nombre, un número y una chapa (crotal) y cuando entra en época reproductora le ponen un podómetro para localizarles el celo y el resto de su actividad. Unos parámetros que se pueden controlar desde un ordenador, donde se registran todas las incidencias posibles, desde problemas digestivos, mamitis o pospartos.

Dos auditorías avalan la calidad de una leche, que venden a Nestlé para alimentación infantil y a Leche Río

Unas variables a las que se suma, por supuesto, la producción que genera cada vaca por día. Precisamente, es en los ordeños donde se ha producido una auténtica revolución, con la informatización de cada uno de los puestos de la nave paralela a la que viven los animales, con lo que posibles incidencias o anomalías se detectan al instante.

Una forma de vida "que ten que gustar" dice Fraga, porque "os animais teñen carácter e non todos os días son iguais", pero es una apuesta en la que el empleo no escasea "tanto na opción de ser traballador como de montar un negocio, porque non fai falla unha explotación grande, pois con oitenta animais chega para empezar", cuenta el empresario, quien reconoce que vivir en el rural resulta más económico y sano que hacerlo en una ciudad. Por eso su apuesta por un sector primario "que hai que protexer".

Son numerosas las explotaciones que han desaparecido en los últimos años, aunque las condiciones ya no son como antaño y la gente trabaja con horarios. "É verdade que cando a empresa é túa tes que estar sempre dispoñible, pero eu tampouco son de coller vacacións moi longas, só de tres ou catro días", explica Juanjo Fraga.

Abrir la granja al turismo persigue el doble objetivo de identificar el origen del producto y darle valor

TRANSFORMACIÓN. Son varios los proyectos con los que se trabajan en la actualidad en Casa Barbeiro y que serán una realidad a corto plazo, entre ellos dos que van de la mano, como es el caso de contar con una tienda en la que vender productos propios y abrir la explotación ganadera al turismo.

La idea de usar la leche para la transformación de quesos es un proyecto que Fraga lleva un tiempo barruntando, pero que fue presentado recientemente en la fundación Juana de Vega, ya que fue uno de los cuatro seleccionados en su concurso de ideas.

Queso típico del país, requesón, queso madurado y fresco son las variables con las que empezarán a comercializar bajo una marca que ya tienen diseñada y para lo que cuentan incluso con una nave donde podrán elaborar estos artículos, con lo que tantearán su fortaleza en el mercado, tras los pertinentes estudios realizados.

Una antena recoge datos de todos los animales, gracias a un podómetro cuyos parámetros se siguen en un ordenador

Unos productos elaborados por ellos mismos, con los que buscan cerrar el círculo de la producción y que planean vender en un establecimiento propio. Con ello, conseguirán algo que cree Fraga no se logra con algunos de los consumidores, identificar el origen de lo que están comprando y darle el valor que realmente tiene, para lo que propone abrir la explotación al turismo, con la opción de hacer visitas controladas. "Xa ten vido xente, sobre todo no verán e os nenos desfrutan moito e dáselle moito máis valor ao produto e iso no campo repercute moito", considera Fraga, quien apuesta también porque en los supermercados se ponga bien claro el etiquetado '100% Galego', "porque a verdade é que o noso produto está moi ben visto fóra". Cree que así se ayudaría a distinguirlo en las estanterías de los supermercados a primera vista, donde en muchas está al lado de productos de otros países que al consumidor le cuesta distinguir.

Un producto, de calidad incontestable, tanto que han demostrado que en algunos casos su consumo no afecta a los alérgicos a la lactosa. Todo se produce en la zona y en el caso concreto de Alfoz se cultiva hasta el alimento, en fincas que ocupan más de un centenar de hectáreas, "no que todo o proceso o facemos nós, agás o da maquinaria".

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