El niño de 13 años fallecido en el Monte Castelo será enterrado esta tarde

Compañeros de clase y decentes reciben el apoyo psicólogos del 112. El centro se llenó de nuevos mensajes de recuerdo a Íker
Entrada al IES Monte Castelo. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Entrada al IES Monte Castelo. JOSÉ Mª ÁLVEZ

El niño de trece años fallecido el pasado lunes a las puertas del IES Monte Castelo fue velado ayer en la intimidad en el tanatorio burelés, de donde saldrá a las cuatro de esta tarde hasta la iglesia, donde se oficiará una misa, a la que seguirá la incineración de los restos mortales del pequeño Íker, cuya pérdida deja desolada a su familia y ha supuesto también un shock para sus compañeros del centro, donde cursaba segundo de la Eso.

Unos estudiantes que ayer recibieron la visita de tres psicólogos del Grupo de Intervención en Catástrofes e Emerxencias (GIPCE), adscritos al 112 Galicia, con el fin de ayudar a los pequeños a sobrellevar el duelo, aunque lo primero que hicieron fue reunirse con los profesores, porque son ellos los que están en contacto directo con los alumnos y que también tienen que convivir con una situación trágica.

"O que intentamos é estar preparados para a resposta dos nenos porque non todos o asimilan igual. En principio, os que máis botan a súa faltan son os da súa clase, que alí é onde está a silla baleira, pero tamén noutro grupo de segundo, onde habia moitos compañeiros do cole, pero isto é unha vila pequena e ten compañeiros noutros cursos, veciños, curmáns...", relata el director del IES, Alberte Rodríguez, quien confirma que hubo familias que se acercaron preocupadas para repercusión de la tragedia "e houbo nenos aos que se atendeu por separado".

Un segundo día complicado en un centro, en el que se apostó por seguir con las rutinas y, entre libros y exámenes, los compañeros de Íker volvieron a expresar sus sentimientos con dibujos y escritos colocados en un pared del recinto bajo unos globos azules y unas letras del mismo color en las que se leía "Íker, lembrámoste". Mensajes sentidos que se completaron con un poema de San Agustín de Hipona: "La muerte no es nada, solo he pasado a la habitación de al lado./Yo soy yo, vosotros sois vosotros./Lo que somos unos para los otros seguimos siéndolo./Dadme el nombre que siempre me habéis dado. Hablad de mí como siempre lo habéis hecho./ No uséis un tono diferente. No toméis un aire solemne y triste./Seguid riendo de lo que nos hacía reir juntos. Rezad, sonreid, pensad en mí./Que mi nombre sea pronunciado como siempre lo ha sido/sin énfasis de ninguna clase, sin señal de sombre./La verdad es lo que siempre ha sido. El hilo no se ha cortado./¿Por qué estaría yo fuera de vuestra mente?/¿Simplemente porque estoy fuera de vuestra vista?/Os espero. No estoy lejos, solo al otro lado del camino./¿Veis? Todo está bien".

RESPUESTA ENVIDIABLE. Camilo Vázquez, técnico de emergencias del 061 y encargado de instalar el desfibrilador -costeado con la venta de pulseras- y de dar los cursillos de uso a los docente, alabó la rápida respuesta al atender a Íker. En su visita de ayer al IES la calificó de "envidiable" y se cumplió en positivo el protocolo. "Se detectó la parada, que es lo fundamental, se hizo una activación del servicio de emergencias inmediato y se inicia con rapidez la RCP básica y el uso del desfibrilador, con lo que cuando la unidad de soporte básico llegó, el paciente estaba perfectamente atendido por los docentes", recuerda el experto.

El comportamiento del profesorado fue elogiado también por la delegada provincial de Educación, Mariña Gueimunde, que se desplazó al centro en la tarde del lunes para expresar su apoyo a toda la comunidad escolar.