La autovía del Cantábrico en su tramo de O Fiouco continúa siendo un problema continuo para sus usuarios, que durante esta semana se encontraron que, en mayor o menor medida, estuvo cerrada todos los días esta semana a causa de la niebla.
El corte más prolongado fue el que conectó el jueves y el viernes, cuando la A-8 estuvo cortada durante casi 24 horas debido a la falta de visibilidad. Concretamente la Guardia Civil de Tráfico decretó el cierre del tramo a las 12.36 horas del jueves en ambos sentidos y la reabrió este viernes por la mañana, casi 22 horas después de haberla cerrado. Además, esa reapertura se hizo con restricciones en la circulación.
Las previsiones para la jornada de este sábado no son particularmente buenas porque de nuevo se espera un tiempo parecido al de estos últimos días, con una niebla continua que en ese alto se hace más espesa hasta volver imposible la circulación.
Como es habitual en estos casos, los usuarios de la autovía tuvieron que recurrir al viejo tramo de la Nacional 634 en la subida entre Mondoñedo y Abadín con salida ya en Lourenzá que ocasiona una pérdida de tiempo importante en los viajes debido a las retenciones que provocan, sobre todo, los abundantes camiones que circulan por ahí.
Las medidas adoptadas en la A-8 no consiguieron mejorar la visibilidad de la calzada y esta continúa quedando prácticamente aislada en numerosos momentos, aunque hacía tiempo que no se encadenaban ya varios días consecutivos de cortes como los que se sucedieron a lo largo de esta semana. Este sábado, además, se espera una importante densidad de vehículos.
