"Necesito un préstamo de 6.000 euros para un motor y poder zarpar"

El holandés cuyo velero fue remolcado a Celeiro solicita ayuda para reemprender la travesía hacia Suráfrica: "El barco es mi casa"
El catamarán accidentado Walkabout está siendo desarmado en Celeiro, donde el holandés Burt intentará reparar su velero para ir al Pacífico. D.V.
photo_camera El catamarán accidentado Walkabout está siendo desarmado en Celeiro, donde el holandés Burt intentará reparar su velero para ir al Pacífico. D.V.

El navegante solitario del velero Maururu al que sorprendieron los temporales de diciembre y tuvo que ser remolcado por la Salvamar Alioth hasta Celeiro, quiere reemprender cuanto antes una travesía con destino en el Pacífico y parada temporal en Suráfrica. Pero a Burt, que así quiere identificarse este holandés, le está costando mucho salir del Cantábrico después de varias averías.

La principal, y que lo mantuvo una larga temporada en Gijón, fue la del motor que le auxilia en las maniobras de salida y entrada en puerto, y ante otras emergencias. El barco está sin propulsor de explosión y ahora pide ayuda financiera para adquirir otro ya que el original, restaurado durante años en Francia, no sirve: "Necesito un préstamo de 6.000 euros para otro motor y así poder zarpar".

El velero es su casa y dice no contar con apoyo de familia o amigos en un proyecto muy personal y cargado de aventura. Para poder salir al mar desde el puerto asturiano y alejarse del cabo Peñas ya recibió remolque de otro navegante estadounidense pero al intentar encarar el cabo Finisterre en invierno se encontró con los temporales y más averías.

"A 50 millas topé con vientos de 30 nudos, después de 50 y luego de 80", señala, aunque no fue lo peor ya que una filtración de agua, que presume por una junta entre el casco y el sensor del sonar, le arruinó de nuevo su rumbo. Al final se quedó sin aparatos de navegación y hubo de pedir auxilio por radio.

Burt es inasequible al desaliento pero sus planes se le complican pues, además, los retrasos pueden meterle en una ruta con huracanes

Llegó el helicóptero. el remolque, una visita al hospital que ahora considera innecesaria y 8 días en la marina vivariense. Parece que le dan tres días en el muelle de Celeiro para reemprender rumbo pero ante la falta de propulsor y préstamo -ha consultado alguna entidad en Viveiro-, lo inmediato sería un fondeo en Covas. Este mismo martes intentaba recuperar su pequeña zodiac, pinchada, para poder usarla en su comunicación con tierra, mientras tanto.

Burt es inasequible al desaliento pero sus planes se le complican pues, además, los retrasos pueden meterle en una ruta con huracanes. En pocos días ya el Cantábrico le ha desbaratado los que tenía trazados hace años rumbo a Thailandia. "Y este sí que es un proyecto auténtico de navegación a vela", dice recordando todo lo que defiende la activista medioambiental Greta Thunberg.

Paradojas de la vida, a unos metros de su velero, pero ya en tierra, comienzan a desguazar el catamarán Walkabout que en septiembre pasado colisionó con el volantero O Xan. El tripulante inglés Philip pretendía repararle la proa y el palo pero el seguro lo da siniestro y empiezan a desarmarlo. A bordo, dos motores y otro buen susto sin daños personales. Tampoco los hubo en el naufragio del velero Juno en agosto, con dos rescatados. Pero menuda racha.

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