El presidente del comité de empresa de la fábrica de Vestas en Viveiro, David Mariño, reconoce que los trabajadores necesitan en este momento "de más apoyo de la Administración", porque aprecian que "ha decaído un poc" después de que los fondos de inversión que habían manifestado un supuesto interés en la adquisición de la fábrica se hubiesen "echado atrás".
Mariño hizo estas declaraciones a EFE después de la asamblea de trabajadores que se celebró este lunes en la empresa, porque a dos semanas del anunciado cierre de las instalaciones y con las cartas de despido sobre la mesa, "la gente está muy apretada".
"La Xunta nos informó de que esas empresas que estaban interesadas en comprar la fábrica habían perdido el interés", dijo Mariño, "y la cosa se quedó ahí en suspenso", cuando "sin duda la Administración puede hacer mucho más" para tratar de buscar una solución.
"Necesitamos más apoyo de la Administración", insistió Mariño, quien también confirmó que el comité está a la espera de una llamada de la Xunta de Galicia para "volver a reunirnos esta semana y darle una vuelta al asunto".
En ese sentido, reconoció que la plantilla quiere ver "cosas en firme", porque de momento todos los compromisos "han sido de palabra".
Entre otras posibilidades, el comité estudiará plantear a la Administración que negocie con Vestas "unas condiciones" que faciliten la venta si realmente existe algún inversor interesado, de modo que "si aparece una empresa que realmente las cumpla, pueda comprar la fábrica".
Con el compromiso, aclaró, de emplear a la actual plantilla de la fábrica de aerogeneradores, formada por 115 trabajadores.
