Navidad de pullas y poesía en Burela

Un vecino de la localidad recupera en un documental la singularidad de las fiestas de antaño, con la ayuda y la memoria de los mayores
Imagen de una cabalgata antigua.EP
photo_camera Imagen de una cabalgata antigua.EP

Con la ayuda de la memoria de los mayores, Paco Salgueiro ha conseguido desenterrar algunas de las curiosidades de la Navidad en la Burela de antaño, como la lectura de poesías en la iglesia por parte de los más pequeños o las pullas del Día de los Santos Inocentes, aprovechado en la localidad para "malmeter" entre los que no se llevaban demasiado bien. Dos singularidades que rescatan los propios vecinos, protagonistas del documental Lembranzas do Nadal en Burela, firmado por Salgueiro y que ha sido todo un boom en los pocos días que lleva colgado en Youtube.

La idea de contar las entrañas de la Navidad burelesa surgió casi de casualidad. "O ano pasado fixen un vídeo de todas as luces que había no pobo e gustou moito e foi cando este ano preguntáronme unhas veciñas se non ía facer nada cando empecei a darlles voltas a ver que se podía sacar", relata Salgueiro. Una idea que empezó a tomar forma tras una charla con la cronista oficial, Herminia Pernas, quien apostó por destacar aquellos eventos más particulares en Burela como parte de la memoria cultural de la localidad. Ella misma recuerda en el vídeo cómo los Reyes de antaño "eran algo escasos" comparados con la fiesta de hoy y que en muchos casos se debía a la generosidad del padrino que encargaba "un saqueto de figos e uvas para os pequenos da casa", unas viandas que solían venir de la taberna do Fidalgo.


[Un momento de la grabación del vídeo.AEP]

En menos de cuarenta minutos varios de los vecinos de Burela que rememoran las fiestas de cuando eran niños, entre ellos Gloria da Corneta y Genucha, Piedad y Castor y Lola Vispo, la verdadera protagonista de los menos de cuarenta minutos en los que se revela como una mujer con una enorme memoria capaz de recordar aquella primera poesía que recitó en 1949 la iglesia de Vila do Medio dedicada al niño Jesús que presidía el nacimiento en el templo.

Una tradición que mantenía durante la Nochebuena y de la que eran protagonistas los más pequeños. Los de la escuela de la Sargenta recitaban en castellano, mientras que era el gallego la lengua que empleaban los alumnos de Bernarda, que lo mismo copiaba poesías y las adaptada al lector que las inventaba, recuerdan a modo de homenaje.

Una costumbre a la que va muy unida el canto de villancicos, que se prolongaba hasta pasados los Reyes, "co bautizo de Xesús" que ni siquiera se perdió cuando el deterioro de la iglesia impidió hacer actos dentro, pues el propietario de una conservera cedió las instalaciones.

Unos cánticos que promovía ya gente de todas las edades, aprovechando para pedir el aguinaldo "e foi a primeira vez que me deron unha peseta rubia de moeda, porque só as vira de papel, que é o que había", cuenta Lola a modo de anécdota en el vídeo, en el que también recuerda que en una ocasión la gallina que llevaba en una cesta para simular las viandas que entregaba al niño dios "escapouse para o medio do público".

Los mayores que participan en el vídeo también rememoran las inocentadas que eran típicas gastar el 28 de diciembre. "Eran sen mala intención, de decir a unha persoa que fora xunto dalguén que o chamaba e non era verdade ou de mover os carros e os aperos duns veciños a outros e se non se falaban deixabanos uns na leira dos outros", cuentan en el vídeo sobre unas bromas de las que luego se hablaba en el río cuando las mujeres iban a lavar la ropa.

ORGANIZACIÓN. Unas navidades burelesas en las que desde la década de los setenta tuvo una organización propia a cargo de Ledicia, la sociedad que se gestó tras la creación de un coro, como recuerda Ángel Vigo en la cinta.

El primer festival de Nadal fue organizado por Ledicia, que también promovió los primeros concursos de postales, poesías y villancicos para niños de hasta 12 años. Fueron ellos los que montaron la primera cabalgata, con Sus Majestades llegando en caballo tres o cuatro años para arribar otro año en barco y en tren y hasta se intentó en helicóptero, aprovechando la base de Alcoa, pero nunca se pudo hacer.

En camiones o en tractores como en la actualidad llegan los Reyes a Burela, ayudando a mantener la ilusión de los más pequeños, que siempre fueron recibidos por Sus Majestades, primero en la iglesia y ya más recientemente en la casa de la cultura o en la carpa habilitada en la Praza da Mariña. Salgueiro, autor ya de varios documentales, se muestra satisfecho con el resultado y está dispuesto a ceder su trabajo para que se pueda exponer en público y llegue en pantalla grande a gente que no tiene acceso a las redes sociales.

Más en A Mariña
Comentarios