Dos cachalotes pigmeo entraron el martes en la Ría de Ribadeo y uno de ellos, el más pequeño, acabó por encontrar la muerte en el estuario debido, en principio, a una herida que sufrió y que le hizo quedarse varado en uno de los tesones de la ría, justo frente a Figueras, donde acabó por fallecer.
Estos animales, cuyo nombre científico es Kogia Breviceps, no son nada habituales en las zonas de costa, sino que suelen encontrarse siempre mar adentro. Según el biólogo marino del Cepesma Luis Laria el cachalote pigmeo tiene una piel tan fina que cualquier pequeño roce puede provocarle una herida de la que no recuperarse.
Esto parece que fue lo que ocurrió en este caso. Los animales fueron avistados ya el martes por la tarde en la boca de la ría. El miércoles seguían en el estuario y por la noche el pequeño quedó varado y ya no pudo salir. Murió este jueves por la mañana en el tesón mientras se controlaba al de mayor tamaño, que al parecer acabó por abandonar la ría.
