Consternación en Burela por la muerte de un niño de 13 años

El menor se desplomó cuando se disponía a entrar en clase en el IES Monte Castelo, hasta donde se desplazaron dos ambulancias
Escaleras de acceso al instituto Monte Castelo de Burela. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Escaleras de acceso al instituto Monte Castelo de Burela. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Un niño de trece años de edad, Iker F.B., falleció en la mañana de este lunes en Burela por causas que deberá determinar la autopsia, aunque todo apunta a que fue una parada cardiorrespiratoria. Al parecer, el menor se desplomó en las dependencias del centro donde estudiaba segundo de Enseñanza Secundaria Obrigatoria (Eso), el IES Monte Castelo, cuando se iba a incorporar a las clases, que empiezan a las ocho y media de la mañana. 

El niño se encontraba aún en el patio en el que convergen la puerta de acceso al edificio principal con la cafetería y otras dependencias cuando se sintió indispuesto y se desmayó. Su estado ya provocó alarma, por lo que de inmediato se avisó a una ambulancia, la asistencial, con la pediatra del centro de la salud, a la que se sumó posteriormente otra medicalizada. 

La primera atención la recibió de la docente de educación física y de otros compañeros profesores de un centro —que logró comprar un desfibrilador vendiendo pulseras— antes de la llegada de los servicios de emergencia, que fue muy rápida. Los facultativos estuvieron practicándole las maniobras de reanimación hasta conseguir estabilizarlo, por lo que a las once y media el joven fue evacuado al Hospital Público da Mariña por la ambulancia medicalizada, según confirma el 061. 

Una vez en el hospital, que está a escasos metros del centro educativo, se valoró su traslado al hospital coruñés Chuac, para lo que se llegó a solicitar incluso un helicóptero, pero fue inviable porque, al parecer, el joven sufrió una segunda crisis y terminó falleciendo. 

APOYO. Personal directivo del centro estuvo con el niño durante todo el tiempo y también en el hospital acompañando a la familia. "Ninguén está preparado para vivir algo así", aseveraba el director el IES Monte Castelo, Alberte Rodríguez, quien mostró toda su solidaridad y apoyo a la familia, "á que temos que apoiar nestes duros momentos". El responsable confirmó, además, que el estudiante no formaba parte del programa de alertas del Sergas, en el que ingresan alumnos que saben que padecen alguna patología, con el fin de poder actuar correctamente en caso de crisis. 

Las clases no se suspendieron en la jornada de este lunes, en la que también había horario lectivo por la tarde, para tratar de seguir con el ritmo normal, aunque fue difícil. El centro informó a los alumnos de lo sucedido antes de finalizar la jornada a las dos de la tarde y se volvió a hablar con ellos en la jornada vespertina, especialmente a los de su curso del fallecido, con las dos clases de segundo de la Eso unidas y con varios docentes tratando de que "externalicen e verbalicen" sus sentimientos, aseveró el director, quien no descartó además pedir el apoyo de psicólogos para ayudarles a sobrellevar la tragedia. Por la mañana, ya contactaron con el servicio de emergencias del 112 para conocer las pautas de actuación. 

Los estudiantes fueron los primeros en querer recordar a su compañero y por la tarde colgaron un cartel a la entrada del centro con las palabras 'Iker lembrámoste', a las que en poco tiempo se unieron pequeñas notas de despedida, con las que los estudiantes quisieron darle su último adiós al que eran, según dicen, un niño tímido, al menos hasta que cogía confianza, pero después muy querido por todos. Era muy responsable y, aunque le costaba estudiar, siempre era de los primeros en llegar al instituto porque le gustaba charlar con sus compañeros. Llegaba al centro andando porque vivía muy cerca, en un piso con su madre, natural de Fazouro, y su padre, nacido en Burela. 

Iker era el único hijo de la pareja. Su cuerpo fue llevado este lunes al hospital de la capital para practicarle la autopsia para conocer las causas exactas de su fallecimiento, por lo que aún se desconoce cuándo será enterrado.