Un montaje con zapatos visibiliza en Viveiro a las mujeres asesinadas

El personal del centro de salud colaboró en esta iniciativa de la trabajadora social con motivo del Día contra la Violencia de Género. El expositor también recuerda a los dos niños muertos

María José Otero, junto a la instalación en la entrada del centro de salud de Viveiro. EP
photo_camera María José Otero, junto a la instalación en la entrada del centro de salud de Viveiro. EP

Todo el personal del centro de salud de Viveiro participó en una iniciativa de la trabajadora social, María José Otero Fraga, para visibilizar a las 37 mujeres —y dos niños— asesinadas por sus parejas o exparejas este año, algo que lograron en una instalación con zapatos donde cada uno representa a una víctima. Este impactante expositor permanecerá en la entrada hasta final de mes para que lo vean los pacientes.

Para hacer este montaje, Otero explica que repartió entre los compañeros los datos de una mujer asesinada. "Cada un tiña un caso e un número, e na casa facían unha cartulina co nome, a idade e o lugar onde acontecera, e tamén podían decorala como quixeran e poñer algunha mensaxe sobre a loita contra a violencia de xénero", explica la trabajadora social, que destaca la colaboración de las familias de los sanitarios en la elaboración de cada cartel y que el propio personal aportó sus zapatos para esta instalación.

Ás veces pensamos que os casos son de lonxe pero pasan aquí tamén

El expositor está en la entrada del centro de salud no por casualidad, sino para que tenga el mayor impacto posible. "Visualmente chama bastante, faste á idea de que hai moitas mulleres asasinadas", comenta María José Otero, aunque añade que estas muertas "son só a punta do iceberg, o máis dramático, pero hai moitas outras mulleres que aínda están vivindo cos seus maltratadores ou que estando separadas se senten ameazadas; hai moitas máis sufrindo violencia", lamenta.

La organizadora reseña que es la primera vez que se organiza un acto propio por el 25N en el centro de salud y que tomó la idea de la exposición ‘Zapatos rojos’ de la artista mexicana Elina Chauvet. "Non é algo orixinal meu, é algo que xa se fixo noutras cidades e tamén no centro de saúde de Burela o fixeron un ano", puntualiza María José Otero, que se muestra satisfecha con el resultado y con la conciencia que está despertando. "Falamos do tema entre os compañeiros, estamos máis cerca da realidade. Ás veces pensamos que os casos son de lonxe pero pasan aquí tamén", dice.

Recalca que las mujeres sufren violencia por el simple hecho de serlo y que los asesinatos son la cara visible, pero "existen outras manifestacións en ocasións difíciles de identificar, como agresións físicas, insultos, ameazas, humillacións, acoso, abuso sexual, violacións ou control", advierte.

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