Mondoñedo muestra el esplendor del traje festivo de las mujeres lucenses

El Pazo de San Tomé acoge 12 vestidos a iniciativa de El Progreso, Xacobeo 21 y el Concello
Teresa Astorgano muestra los detalles de la elaboración de uno de los trajes. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Teresa Astorgano muestra los detalles de la elaboración de uno de los trajes. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Hasta el próximo sábado podrá disfrutarse en el Pazo de San Tomé, en Mondoñedo, O traxe festivo da muller aldeán, nas terras de Lugo, exposición con piezas antiguas o réplicas de las mejores galas que vestían en las aldeas y que poco tienen que ver con mucha de la indumentaria de las agrupaciones folclóricas. La compilación de la ropa tradicional de los pueblos es el fruto de años de documentación y recogida por los investigadores y artesanos de Traxandaina, con sede en Lugo, en un proyecto beneficiario del programa O teu Xacobeo, que promueve la Xunta de Galicia. Anteponen el rescate y conservación de las formas, bordados, tejidos y colores, de las técnicas de patronaje, tejido y costura de antaño, antes que la comercialización. Se trata de réplicas de trajes de finales del siglo XIX, con tejidos hechos en casa con lino y lana, vestidos de cuando aparecieron las primeras máquinas de coser y el arte de las costureras itinerantes fluía por las casas y villas "introducindo a modernidade nos nosos fogares, combinando cores, texturas e debuxos de delicada e sobria elegancia", según explicó Teresa Astorgano, fundadora de Traxandaina, con Antón Sanjurjo. 

En las aldeas las modas no penetraban tan fácilmente y por eso las ricas prendas de lino o lana se usaron y conservaron mejor

Astorgano realizó una minuciosa descripción de vestimentas que pasan de madres a hijas y en muchos casos terminaron en el olvido de huchas y desvanes. Esta pincelada de lo que Traxandaina ha recogido sigue ciertos patrones, como la adaptación de los vestidos a la climatología y frío del interior provincial. Se trata de los mejores trajes que podía vestir la mujer rural del siglo XIX y principios del XX, para lucimiento en los días de feria, oficios religiosos, para dominguear o en el casamiento y que se han documentado a partir de vestimentas recogidas en Baleira, A Fonsagrada, Castroverde, O Corgo, Sarria, Portomarín o Guntín, y hay piezas mindonienses en la muestra. "Necesitamos informantes, antes de que se perda este patrimonio pois aínda é costume ese dito de casa restaurada, roupa queimada", según dijo Teresa Astorgano, ensalzando la calidad y detalle de bordados en refaixos o mantelos vistos en A Mariña y el interior de la provincia.

LENSAS, LA CLAVE LUCENSE. En la prolija exposición sobre la elaboración y características de las piezas, salieron a relucir características propias de la indumentaria tradicional lucense, que a veces se ha visto reflejada en fotografías o pinturas antiguas. Dengues, mantelas y mantelos, pecheiras, camisones, refajos, xustillos o lensas pueden verse en la exposición. Sobre las lensas, estas son una prenda, a menudo cara y muy cuidada, que delataba el origen lucense de la propietaria.

El valor como patrimonio material e inmaterial en los caminos jacobeos lucenses vuelve a ponerse de manifiesto. A la inauguración acudieron el alcalde de Mondoñedo, Manuel Otero, que alabó la muestra como un homenaje a la mujer lucense, recordando los esfuerzos de la localidad en la recuperación de la artesanía, edificios, del entorno natural, el Camiño Norte y la cultura en general. La primera teniente de alcalde y diputada, Elena Candia y miembros de la corporación como José Otero, Patricia Otero o Esperanza González, también acudieron al acto, además de Luis Fernández Ansedes, de Abrindo Camiño. El director comercial de El Progreso, José María Álvarez Vilabrille y el delegado del periódico en A Mariña, Xavier Lombardero, acudieron al acto del Pazo de San Tomé.

"Conservamos o refaixo de miña bisavoa, casada cun dos Leiras"

Que Mondoñedo es lugar clave para explicar la historia mariñana queda fuera de toda duda. En sus baúles se conservan todavía piezas como el refaixo o el mantón de raión de sagas muy longevas. El gaiteiro Miguel Chao pertenece a una de ellas y ha prestado para la ocasión algunas prendas de su abuela y bisabuela.

"Miña bisavoa Ramona —explica—, era de Bretoña e casou cun Leiras Pulpeiro, era cuñada do médico e escritor, e miña avoa tamén veu casada para aquí, para San Vicente".

Miguel siempre ha estado involucrado con el folklore y la tradición le viene de cuna. "É a primeira vez que vexo semellante minuciosidade no bordado", resalta Tere Astorgano, sobre un refaixo aportado por esta familia.

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