Medio Rural dice que "como mínimo hasta marzo" no se podrá plantar patata

La demanda no se resintió en A Mariña por la prohibición de sembrar

Plantación de patatas, con una trampa para la polilla. AEP
photo_camera Plantación de patatas, con una trampa para la polilla. AEP

La Consellería de Medio Rural indica que "como mínimo hasta marzo" de este año no podrá sembrarse patata en los concellos del norte gallego —A Mariña, A Chaira, Ortegal, Ferrolterra y Muxía, este en la Costa da Morte— afectados por la plaga de la polilla guatemalteca —tecia solanívora—, dado que el Real Decreto estatal por el que se prohibió la plantación data del día 3 de ese mes del año 2017 y establece que la siembra estará vetada al menos durante dos años.

La posible fecha para realizar la plantación se desconoce y está a expensas de la evaluación de plaga que deberán efectuar los responsables de la consellería citada y del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación durante una reunión que todavía está por convocar.

En todo caso, la necesidad de esperar hasta el próximo mes de marzo para concretar si será posible realizar de nuevo la plantación del tubérculo, que está muy arraigada en toda la comunidad gallega entre los particulares sobre todo con vistas al autoconsumo doméstico, descarta ya por completo la posibilidad de que pueda realizarse la siembra de las variedades ‘de cedo’ o tempranas, que suele efectuarse durante el mes de diciembre o las primeras semanas de enero.

Además de los concellos infestados están bajo vigilancia especial los terrenos comprendidos en una franja de cinco kilómetros alrededor del límite de estos, área conocida como tampón, donde es preciso comunicar cada plantación y la patata producida no puede dedicarse a siembra. El traslado de estas debe hacerse en vehículos cerrados o cubiertos con malla.

COMERCIALIZACIÓN. Por otro lado, la comercialización de patata se desarrolla en la comarca mariñana con normalidad y siguiendo los requisitos establecidos por las administraciones tras detectarse la plaga. El vendedor vivariense Ramón Gómez, de Patatas Basilio, reconoce que la prohibición de siembra del tubérculo propició precios más elevados, aunque no percibe que ese incremento haya repercutido en una disminución de las compras por parte de los mariñanos, quienes prefieren patatas originarias de Galicia.

La última cosecha dejó una producción más escasa que la del año anterior, lo que podría incrementar aún más los precios de este producto tan consumido en toda la comunidad. El saco de 25 kilos sale a entre 12 y 13 euros, y el de 15 que también se vende mucho cuesta entre 6 y 7 euros, dependiendo de la calidad. Además, ahora comercializa bolsas de cinco kilos para las tiendas obligadas a expender el producto envasado.

Este vendedor dispone de producto con denominación de origen procedente del área de Xinzo da Limia, en Ourense, y también de tubérculo llegado desde Francia. Ambas encuentran compradores, aunque la gala "é máis cara".

Gómez cree que "agora amáñase todo con prohibir a plantación, pero esa non é a solución". El vendedor asegura que la patata del sur de España "tamén trae o verme e alí non está prohibida a semente, polo que creo que deberan mirar iso mellor, porque as pragas que lle afectan son as que houbo toda a vida", considera.

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