Thalía Manzano Rolle mantiene al frente del asador Carlos V de Viveiro el legado del que fuera su fundador, Manuel Rolle, su abuelo, que aunque está jubilado permanece a su lado de forma incondicional. El negocio mantiene sus especialidades, con las carnes a la piedra como gran reclamo, aunque también se pueden degustar cochinillo, arroces, mariscos o bacalao del que la modalidad más demandada es gratinado al horno con alioli, "que se pide muchísimo".
La hostelera tiene solo 21 años y lleva el restaurante desde abril del año pasado. "Mi abuelo lo fundó cuando yo era pequeñita, después se jubiló y lo traspasó. Recuerdo que cuando lo tenía antes yo siempre estaba por allí, la hostelería siempre fue una parte de mi vida, me crié en ella", dice, por eso se formó en la escuela de Foz, donde hizo el ciclo de servicios, y se animó a gestionar el asador en esta nueva etapa, con el mejor maestro.
Las carnes son el plato fuerte y "mucha gente viene específicamente a comer el chuletón a la piedra, tanto de frisona como de vaca rubia gallega, que es un poco más fuerte", comenta Thalía, quien añade que compran "el chuletero entero" y que prueban todas las carnes antes de introducirlas en la carta, "y estas están deliciosas, la verdad". Los chuletones se trocean y los clientes les dan el punto deseado en la mesa. Para los más carnívoros también ofrecen chuletón, chuleta y entrecot de ternera gallega suprema, entrecot de frisona, secreto de porco celta, churrasco de cerdo o de black angus, además de cochinillo, que no suele haber en la zona, o cordero lechal.
En cuanto a los pescados en carta hay bacalao y merluza del pincho de Celeiro en varias preparaciones –también a la brasa– y los fines de semana incorporan como sugerencias otros pescados de lonja, según su disponibilidad y temporada. Entre los entrantes se pueden encontrar calamares, anchoa San Filipo, pulpo a la parrilla o una cazuela de pulpo, gambas y almejas, y entre los mariscos hay langostinos, navajas, zamburiñas, almejas y berberechos, además de mariscadas "que son bastante variadas y bastante grandes, con bogavante, navajas, zamburiñas, cigalas, gambas, langostinos y almejas".
El restaurante también tiene fama por sus caldosos. "Tenemos el arroz de pulpo y el de bogavante, que la gente sale supercontenta con ellos", dice la hostelera. Y para coronar una buena comida no puede faltar el postre, con varios caseros a elegir entre los que "el estrella" es la filloa rellena de helado de turrón y nata con baño de chocolate caliente.
