Mayoría de edad de los mellizos focenses

Pablo y Marcos Irimia son famosos desde su nacimiento porque su madre, Pilar Rega, los tuvo con 52 años y Plácido, su esposo con 60

Los mellizos junto a su madre a los once años. AMA
photo_camera Los mellizos junto a su madre a los once años. AMA

Pablo y Marcos Irimia Rega llegan este lunes a su mayoría de edad, una fecha especial en la vida de estos dos jóvenes de Foz acostumbrados a las cámaras desde su nacimiento, ya que los mellizos nacieron el 1 de enero de 2000 cuando su madre, Pilar, contaba con 52 años y su padre, Plácido, con 60. Un hecho que les hizo estar en boca de todos, pero que los jóvenes asumieron con normalidad según iban creciendo y nunca les ha supuesto ningún problema.

Tampoco para Pilar, que se deshace en elogios hacia las madres de los compañeros de sus hijos, que estudiaron en el Martínez Otero hasta cuarto de la Eso. "Me recibieron como si fuera de su edad y estuve en todas las reuniones y hasta que hicieron la Comunión los disfrazamos juntos a toda la clase y celebraban los cumpleaños; la verdad es que fue una clase maravillosa y con las madres fenomenal", relata. Una relación que sigue todavía y, de hecho, el jueves tuvieron una cena y durante el año promueven varios encuentros.

Y es que los chicos siempre han estado en la misma clase, lo que les ha llevado a tener los mismos amigos y salir en la misma pandilla. No fue hasta el pasado año, en que empezaron primero de bachillerato en el instituto, cuando se separaron al escoger diferentes opciones, que les llevarán a hacer carreras distintas. Pablo quiere estudiar Matemáticas, por lo que este año le toca aplicarse ya que le piden una nota alta de corte y Marcos apuesta por ADE, lo que le permite estar algo más relajado, pero su madre ya está encima para que no se tranquilice demasiado.

El verano es una de las épocas favoritas de Pablo y Marcos, porque es cuando Foz está más animado y disfrutan más con sus amigos, aunque no son jóvenes de salir mucho

"Yo quiero que estudien porque es lo mejor que pueden tener", señala Pilar, quien recuerda que los chicos han sido muy aplicados desde siempre "y nunca han traído un suspenso en ninguna evaluación", aunque el futuro que ambos se imaginan no está muy lejos de Foz. "Nos gustaría quedar por aquí", asevera Pablo y es que son jóvenes que se han criado en un negocio hostelero, que saben que no pueden descuidar y en el que ayudan, sobre todo en verano, encargándose de atender las reservas online.

Cuando acabe el curso darán carpetazo a una parte de su vida, para empezar otra, la de adultos, que ambos confían en seguir juntos en Santiago. "Sabemos cocinar lo básico, espaguetis y filetes, pero nos las arreglaremos", aseguran los chicos, que al unísono replican lo de "no hace falta, gracias mamá" cuando Pilar se ofrece a poder pasar algunas temporadas con ellos.

Una madre que ya piensa en los tuppers que les mandará mientras echa la vista atrás y piensa en lo "rapidísimo" que ha pasado todo. "Siempre les he contado la verdad, que los tuvimos mayores porque nos murió una hija y ya contábamos con los nietos, pero las cosas no son como uno quiere y fui a por ellos y, mira, dentro de la desgracia fue una alegría", asevera con gran entereza Pilar, que siempre les recuerda a sus hijos que su responsabilidad en la vida es mayor que la de otros compañeros que tienen padres más jóvenes.

Y eso que el nacimiento de los mellizos fue un aliciente para el matrimonio. "Nos dio la vida y nos hizo rejuvenecer", cuenta y juntos vivieron una infancia feliz, en la que no faltaron los viajes, que es algo que les encanta a todos. "Nos gusta mucho Tenerife", cuentan los jóvenes y es que las Canarias es uno de los destinos favoritos de la familia Irimia Rega porque se van de vacaciones después del verano, que es una época de mucho trabajo en el negocio.

El verano es una de las épocas favoritas de Pablo y Marcos, porque es cuando Foz está más animado y disfrutan más con sus amigos, aunque no son jóvenes de salir mucho. "No nos gusta mucho y cuando salimos no llegamos muy tarde, porque tenemos poco aguante", reconocen, aunque como todos los jóvenes de su edad salen a cenar con sus parejas algún fin de semana y a dar una vuelta. Son, además, jóvenes deportistas, pero también en esto son distintos, pues mientras Pablo optó por el atletismo, "lo que más me gusta es el medio fondo", cuenta, Marcos se inclinó por el fútbol y juega en la categoría juvenil del Burela, que quedaron campeones del grupo norte y ahora compiten por ser los mejores de la provincia.

Una vida similar a la de otros jóvenes de su edad, que en Fin de Año soplaron las velas justo después de comer las uvas, como es tradición en casa, aunque después se pondrán todos guapos para salir de noche. Esta tarde, recibirán a familiares y amigos con tarta sorpresa que su madre guarda con recelo, aunque ya saben el regalo que tendrá y que ambos han escogido para su mayoría de edad: un Renault Megane negro. ¡Felicidades!

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