El monumento natural de As Catedrais se prepara para recibir, tan solo durante este mes de julio, a 87.579 turistas, con una media diaria de 3.000 personas. El tope está fijado en 4.812 por día para preservar el paraje. Desde este domingo y hasta el 30 de septiembre, al menos una decena de vigilantes de la Xunta de Galicia se ocuparán, entre otras labores informativas, de controlar el acceso. El pase gratuito se puede obtener en la web http://ascatedrais.xunta.gal.
La cartelería muestra las prohibiciones en la visita, así como los riesgos con los que puede encontrarse el visitante. Aunque aún no haya establecida una medida fija entre las administraciones competentes de gestionar el espacio, los guías de la Xunta insistirán en que no se debe pasar bajo las grutas y arcos, en uno de los cuales pereció en Semana Santa una turista por un desprendimiento.
En realidad, los riesgos de derrumbe se están produciendo en toda la rosa costera del Cantábrico, quizás por los últimos temporales que han batido con fuerza sobre estos acantilados con un tipo de material susceptible a la erosión. Los geólogos advierten de que se trata de una costa regresiva y por lo tanto, no es estable.
El Concello ofrece servicios de información turística y de socorrismo y asistencia sanitaria. Los socorristas empiezan en Barreiros
Aunque han sido muy escasas, por no decir prácticamente nulas hasta el momento, las multas de entre 600 y 6.000 euros que se pueden interponer por acceder a la parte alta del acantilado de As Catedrais, desde la Administración advierten de que la norma hay que cumplirla.
No en balde, se trata de un recorrido cerrado al paso mediante una cita y con carteles de advertencia sobre las sanciones, pero aún así, hay quien se salta la medida con objetivos como el de hacerse una foto mejor de su visita a la playa.
Más que por seguridad, esta medida la adoptó la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia para proteger la flora de este espacio natural que se estaba deteriorando debido a las pisadas y el trasiego por la zona.
No está taxativamente prohibido adentrarse en las grutas, pero así lo expresarán los vigilantes. Los carteles dejan claro que la responsabilidad de lo que ocurra depende del riesgo que quiera asumir el visitante pese a las advertencias.
CONCELLO. Por parte del Concello, el arenal cuenta, no solo con informadores turíticos, sino con los socorristas y técnicos sanitarios contratados por el Concello, con ayuda, en el primer caso, de la Diputación, para los contratos, y en el segundo, de la Xunta. Concretamente el arenal está vigilado, mediante turnos, por seis efectivos de salvamento y, desde que comenzaron el día 15, no han tenido que solventar incidencias.
El primer día de la temporada alta en el que comienza el control de acceso a la playa, lo hace, hoy, con 2.851 reservas en un horario de tarde, entre la una y media del mediodía y las siete de la tarde, cuando habrá marea baja, lo que permite recorrerla a pie.
La cifra de 3.632 visitantes, del 14 de agosto, es la máxima hasta el momento de entre las expuestas en el calendario autonómico.
En las playas de la localidad de Barreiros comienzan este domingo también a trabajar también 20 socorristas y tres técnicos sanitarios.
