La jornada electoral en la comarca de A Mariña transcurrió como la seda y siguiendo un guión que parecía tan escrito de antemano que acabó por no sorprender a nadie. Ganó el Partido Popular. Pero lo hizo numéricamente y con un porcentaje que le deja por encima de los socialistas aunque con un margen tan estrecho que hace muy complicado realizar cualquier tipo de lectura que se pueda extrapolar a la luz de las singulares características de esta cita electoral: su reiteración, el hartazgo ciudadano, una jornada inclemente y un conglomerado de fuerzas difícil de repetir.
Con estos resultados, por lo tanto, todos pueden estar satisfechos. El Partido Popular, desde luego. Ganó en muchos municipios y en los que perdió lo hizo por poco. De modo que su lectura es sencilla: ganaron y punto.
A la hora de leer los resultados en clave comarcal, el PP consigue algunos resultados significativos que pueden invitarle al optimismo, aunque hay otros que podrían preocuparles. Curiosamente, hay casos que les permiten alegrarse y preocuparse al mismo tiempo. Foz, por ejemplo, donde consiguen subir 126 votos. A ello pueden sumar una bajada de 270 votos del PSOE. Sin embargo, pese a todo, debe preocuparles que con todo el PSOE siga adelantándoles en 129 votos. En Viveiro consiguieron subir 102 votos y el PSOE pierde 423, pero los socialistas siguen por delante de ellos con 2.705 frente a 2.402.
La abstención en el municipio mindoniense fue de largo la más significativa de toda la comarca en la jornada electoral
En otros concellos, como Ribadeo, el PP sube ligeramente y el PSOE baja, pero son ellos los que se mantienen por encima. Es una situación en la que ganan, aunque les resulta difícil decidir entre la alegría por una victoria objetiva o la resignación por no dar un golpe sobre la mesa.
En las filas socialistas la cita de este domingo la vivían con cierta inquietud. Las razones eran las mismas que en el resto de España. Sus dirigentes comarcales sabían muy bien que no eran ellos quienes se presentaban a las elecciones. Era una cita a nivel estatal e intuían que la ciudadanía les percibe como culpables de la repetición electoral, algo que provocó un hartazgo que sabían que les pasaría factura. Y aunque fue así, finalmente tampoco fue para tanto.
El PSOE demostró tener todavía músculo suficiente en la comarca para afrontar citas como esta y aunque bajan, lo hacen en un porcentaje aceptable. En realidad, muy parecido al que lo hicieron a nivel estatal.
Podemos bajó sus resultados aunque se mantiene como tercera fuerza en muchos concellos mariñanos. El BNG, puede hacer una lectura muy positiva de la jornada. Si hacen una toma general de la situación, al final les van saliendo poco a poco las cifras que muchos de los suyos auguraron cuando sufrieron una fuga de afiliados y votantes a En Marea que les pasó una factura muy grave que a punto estuvo de llevárselos por delante. Entonces anticiparon que eso era un fenómeno de moda y que ellos tenían una estructura de base que sería la que les haría resistir. Poco a poco, las cifras van dándoles la razón. Es cierto que son números en algunos casos simbólicos, pero marcan una tendencia a la que aferrarse.
ALCOA. Es obligatorio pararse en analizar la situación derivada de la crisis de Alcoa. No parece pasar factura a ningún partido, tampoco al PSOE. En Cervo ganó el PP y el PSOE cayó, pero no más que en otros municipios y su descenso, en torno a un 8%, es idéntico al de casi toda la comarca.