El mal tiempo altera el calendario de compras y retrasa las ventas veraniegas

Los establecimientos arrancaron antes del 1 de julio con descuentos que son mucho más agresivos de los que ofrecían hace unos años

Escaparate de una tienda de rebajas en Viveiro. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Escaparate de una tienda de rebajas en Viveiro. JOSÉ Mª ÁLVEZ

La campaña de rebajas comienza con un estancamiento de las ventas debido al mal tiempo, dejando sin salida el material de temporada. Las lluvias y la falta de sol alteró por completo el calendario de compras, dando lugar a un punto de inflexión en la adquisición de productos en comercios locales, e incluso obligando a los comerciantes a recurrir a tácticas más agresivas. La ventaja para los clientes es que los descuentos son mayores, rozando de media el sesenta por ciento en productos de temporada. Y es que, en muy poco tiempo se podrá comprar ya la ropa de temporada de otoño.

Unas ventajas a las que se suma la opción que ofrecen otros locales de adquirir prendas de la temporada anterior, con descuentos mucho más interesantes.

Sin previsiones en el volumen de ventas y con una evolución que no es la esperada, así comenzó la campaña de rebajas de este 2018. A pesar de que el mal tiempo ayuda a atraer a la gente hacia los comercios y las grandes superficies de venta, este año no es así, la gente no se anima a comprar a pesar de que la inestabilidad meteorológica no permite disfrutar del tiempo de playa, y los productos de temporada quedan almacenados en las estanterías.

Las rebajas cuentan con libertad de fechas; tradicionalmente el arranque se contextualiza en el 1 de julio y los descuentos se acrecentan de manera progresiva

Las rebajas cuentan con libertad de fechas; tradicionalmente el arranque se contextualiza en el 1 de julio y los descuentos se acrecentan de manera progresiva. La falta de ventas obliga a los comerciantes locales a recurrir a tácticas agresivas e incluso a adelantar las fechas de rebajas. En los último años el avance de temporadas es cada vez más fuerte, dando lugar a una mezcla de la clásica campaña de descuentos y productos de la siguiente estación.

El objetivo está claro, sea cual sea la tienda en cuestión: hay que sacar la mercancía de las tiendas. Esta filosofía va de la mano con el número de vistantes que recibe A Mariña cada año, que hasta la fecha no es una cifra cuantiosa debido, una vez más, a las bajas presiones que acompañan el comienzo del verano. La afluencia turística está vinculada al consumo de la comarca, en dos aspectos: por un lado, la gente llama a la gente, y por supuesto este fenómeno respalda el consumo; por el otro, el propio turismo representa el eje del tercer sector mariñano y así mismo, un engranaje que mueve otros sectores de consumo.

INTERNET. La campaña de rebajas no solo se lleva a cabo en los pequeños comercios, sino que en la red de redes también hay estrategias de descuentos para conseguir llamar la atención. Cada vez se transforma más la manera de consumir, la comodidad de las compras online se mezcla en estas fechas con las campañas de rebajas, dando lugar a un cóctel explosivo, del cual, tanto el pequeño comerciante, como las grandes áreas resultan perjudicados.

La automatización y la facilidad de compra ha dado lugar a una subida estrepitosa del comercio online

El bajón en los centros comerciales también se puede explicar gracias al fenómeno internet. La gente lo que busca, con cada vez más frecuencia, es la comodidad de comprar sin salir de casa. La automatización y la facilidad de compra ha dado lugar a una subida estrepitosa del comercio online, en detrimento del consumo en los locales comerciales de barrio, aunque carecen de la ventaja que estos ofrecen, como el trato personalizado y facilidad para devoluciones, sin olvidar que el comercio de proximidad es el que da vida a las pequeñas localidades, como es el caso de la comarca, donde sin los negocios que existen en sus concellos se resentiría la actividad en los mismos.

Un ejemplo que ya se vivió el mes pasado en Viveiro donde muchos comercios cerraron simbolicamente para llamar la atención de lo que sería su cierra: calles vacías y desangeladas, lo que abocaría a unos pueblos tristes que en los últimos años han hecho un gran esfuerzo para adaptarse a las nuevas demandas del consumidor, creando espacios abiertos en calles peatonales, lo que favorece las compras.

Por ello, los gerentes de las asociaciones de comerciantes de A Mariña apuestan por una mayor concienciación del cliente para que realice sus compras en el comercio de proximidad, apostando por la confianza.

RETOS DE FUTURO. El comercio mariñano, mientras tanto, debe continuar compitiendo no ya solo con las ventas por internet, sino que además se le plantean retos con los que llevan años peleando que pasan por ganar la competencia con los focos de atracción que suponen también las grandes superficies comerciales que, en el caso mariñano, atraen gente desde A Coruña, Lugo y el centro de Asturias, con varios centros comerciales de gran calado en cada una de estas ubicaciones.

En el caso de Ribadeo y toda la zona Oriental de A Mariña, el gran imán es la oferta comercial de la zona de Avilés, Gijón y Oviedo

En el caso de Ribadeo y toda la zona Oriental de A Mariña, el gran imán es la oferta comercial de la zona de Avilés, Gijón y Oviedo, donde existen numerosos centros comerciales de diverso tipo a los que se llega por autovía en poco más de una hora. Se trata de un viaje solo un poco más largo que el que hay entre Ribadeo y Viveiro.

Para A Mariña Central y Oriental la atracción es diferente y en los últimos años A Coruña es un foco muy potente, también con varios centros comerciales importantes así como la atracción que supone la ciudad en sí misma, donde además reside una gran cantidad de gente de A Mariña que está allí afincada. Todo ello es otra lucha que deben mantener.

Fiestas temáticas
Ventas concretas distribuidas según cada municipio


Este fin de semana arrancan los más intensos del verano y lo hacen con un auténtico aluvión de fiestas temáticas, que en los últimos años se fueron dispersando por prácticamente todas las localidades de A Mariña. Este tipo de fiestas suelen basarse en la caracterización de los participantes en las mismas y esto está provocando un incremento de las ventas cuando se acercan estas celebraciones. Este fin de semana, por ejemplo, se celebra el mercado Renacentista en Viveiro, la Festa Castrexa en Burela y la Fiesta Indiana en Ribadeo. Cada una es de un estilo diferente y mueven ventas importantes a distintos niveles.

Ropa y hostelería
Son los dos sectores beneficiados de este tipo de fiestas, aunque luego acaba repercutiendo en el conjunto de cada localidad.

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