El mal estado del vial de la Costa eleva el estrés y el riesgo al volante

Los responsables de tráfico ven a muy pocos conductores agresivos, pero sí conductas temerarias por vías de tráfico lento y en mal estado

Camión que no se aparta al llegar una ambulancia. AMA
photo_camera Camión que no se aparta al llegar una ambulancia. AMA

Los accidentes debidos a la agresividad de los conductores suponen un porcentaje mínimo en la costa lucense y el Occidente de Asturias, como señalaron los responsables de Tráfico de ambas zonas, tanto del destacamento de Burela, como del de Luarca. Sin embargo, en A Mariña lo que sí desespera a los conductores es el mal estado de determinados viales, sobre todo de la carretera que atraviesa la cost, entre Barreiros y Viveiro. Los baches profundos y la falta de zonas para el adelantamiento, pese a la densidad del tráfico pesado, exasperan al que va al volante, ocasionando maniobras arriesgadas.

"Desde Ribadeo a Viveiro todo el tramo es muy estresante por el mal estado de la vía", es lo que coinciden en señalar conductores y agentes consultados por este periódico. Otros, como el taxista Antonio Valea, especifican que el peor tramo es quizás el que discurre entre las localidades barreirense y burelesa y más concretamente por la mañana temprano "cando todo o mundo sae tarde para traballar e logo fai burradas, como adiantar en liña continua" -sobrepasar la raya longitudinal supone cien euros de multa, aunque no se detraigan puntos-.

Otros sitúan el peor tramo de la costa entre Fazouro y Nois.

Los propios agentes de Tráfico ven lamentable el estado que presenta la N-642 en la costa lucense. La parálisis de la vía de alta capacidad entre Barreiros y Viveiro demuestra también para los usuarios que la Administración está dejando A Mariña aislada o sin comunicaciones adecuadas.

"Algunos lloraban, otros se mostraban muy preocupados y es que cien euros en muchos casos ya es dinero"

A los cierres frecuentes por las nieblas en el Alto do Fiouco de la Autovía del Cantábrico (A-8) tampoco les ven solución. En general, es un motivo de enfado para los usuarios consultados, que insisten en que "se trata de una obra mal hecha, que todos pagamos y que obliga a desviarse por una carretera nacional obsoleta y en mal estado", argumentan.

Un estudio elaborado por la Fundación Línea Directa y presentado el pasado lunes afirma que tres millones de automovilistas reconocen en España ser altamente agresivos al volante. Más de 100.000, admiten haber sido los culpables directos de accidentes de tráfico causados por adelantar intimidando a otro conductor, por circular en zig zag o acosar a otro en carretera.

"No sé si es agresividad, pero lo que sí percibo muchas veces en mi trabajo diario son maniobras alocadas, como cuando un vehículo hace una incorporación a la vía, creando una situación peligrosa y a 300 metros hace un giro a la izquierda. A un vehículo pesado le hace parar totalmente", señala el camionero mariñano Santiago Gruñeiro.

Otra maniobra con la que se topa habitualmente este camionero ocurre después de que el camión señalice un adelantamiento y un coche que viene lejos acelera y empieza a darle las luces. Pero, lo que algunos no saben es que "un transporte pesado tiene un limitador de velocidad de 90 kilómetros por hora. Cuando adelanta a otro que va a 80, en la mitad del adelantamiento el camionero acelera y tiene que olvidarse porque ya se pone a 110 el vehículo".

CARRERAS ILEGALES. En A Mariña lucense, por ejemplo, el sargento del destacamento de Burela del subsector de Tráfico de Lugo, Íñigo Rouco, asegura que "ni de lejos hay las conducciones temerarias de antaño". Buen ejemplo son los dos años sin carné, la multa de 1.200 euros y los 60 días de trabajos sociales que le fueron impuestos en 2009 a un conductor novel que fue identificado tras haber circulado a 217 km/k en la A-8, en Vilalba. También se recuerda la identificación en 2004 de cuatro jóvenes que participaron en una carrera clandestina en Burela, circulando por la variante a 170 por hora, en torno a las nueve de la noche de un mes de un junio, por una competición. La patrulla los persiguió, no logró alcanzarlos pero sí pudo identificarles.

Los agentes de Tráfico reconocen que puede haber algún "pique" entre conductores, pero en carreteras secundarias de la red mariñana.

SINIESTRALIDAD. Las labores preventivas y de presencia policial, y la entrada en vigor del carné por puntos, han reducido notablemente la siniestralidad. "Los conductores se han concienciado o tienen miedo a una denuncia y a perder el permiso", considera Rouco.

"Los accidentes, principalmente colisiones y salidas de vía, se han reducido mucho y la mayoría de las intervenciones se deben a atropellos de animales", matiza.

En definitiva, Rouco añade que "periódicamente se piden mejoras o reparaciones en los viales de A Mariña" y concretamente en la N-642 "se hace un gran esfuerzo diario para que no haya accidentes, siendo especialmente vulnerables los ciclistas", considera.

ANÉCDOTAS. En el Occidente de Asturias la situación es similar a la de A Mariña. Quizás incluso más tranquila. Guardias de la zona recuerdan anécdotas como la de un conductor al que pararon hace unos años por no llevar las luces encendidas en un túnel. Se quedaron atónitos al ver cómo se tiraba al suelo simulando estar enfermo.

El responsable de Tráfico del destacamento de Luarca, Martín Garretas, y algunos de sus compañeros reconocen que cuando empezó la crisis económica se notó más desesperación, -no agresividad-, entre los conductores multados. "Algunos lloraban, otros se mostraban muy preocupados y es que cien euros en muchos casos ya es dinero", entienden.

Garretas señala que la mayoría de los accidentes se deben a despistes y excesos de velocidad; "la agresividad tiene una baja incidencia en nuestra demarcación".

En definitiva, son pocos quienes están dispuestos a bajarse del vehículo para agredir a otro.

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