"A maioría da xente xa non entra no local, prefire quedar na terraza"

Los hosteleros de Foz, Burela y Viveiro, ahora en nivel máximo de restricciones, reconocen menos afluencia y aseguran que les resulta complicado controlar el cumplimiento de la norma 
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photo_camera Imagen de las terrazas en la tarde del miércoles. ÁLVEZ

Los concellos de Foz, Burela y Viveiro entran en nivel máximo de restricciones y la hostelería sigue sufriendo los envites del coronavirus, con la reducción de aforos y los controles que deben ejercer sobre sus clientes. "A maioría da xente xa non entra no local, prefire quedar na terraza", coinciden en señalar muchos hosteleros, que ven cómo esa posibilidad se reduce al 50%. "No meu caso a ocupación é moi pequena, porque só poderei usar cinco mesas", asegura el propietario de la pizzería Xoiña de Foz, Luis Hernández.

Los hosteleros consideran que las nuevas restricciones en plena temporada alta, les afectan "de xeito moi negativo", como reconoce Nemesio Canoura, del hotel Boa Vista de Celeiro. Y es que el sector ya está notando el parón en el consumo, sobre todo, en la última semana, cuando los casos empezaron a dispararse. "O aumento de contaxios frea á xente a saír da casa", lamenta Fernando Rodríguez, de A Taberna de Covas.

Este descenso lo notan también en Foz. "Dende o mércores foi cando empezamos a notar o descenso, e sobre todo, que a xente non quere entrar e opta pola terraza", explica Nekane Iglesias, responsable de O Paseo, en A Rapadoira.

Precisamente en este local apuntan a la dificultad para hacer cumplir las nuevas normas en los interiores, a los que no se puede acceder sin certificado de vacunación o PCR negativa de las últimas 72 horas. "Algunha xente sabeo, pero outra non e nós temos que estar pendentes de todo. Cando hai moita xente faise complicado controlar que non entre ninguén que non o pode facer, teño que ter unha persoa na porta prácticamente só para controlar iso", reconoce Iglesias

A domicilio. Esta reducción también afecta a los empleados. El Boas Migas de Burela contaban con seis camareros. Ahora solamente trabajan tres. Sin embargo, se mantienen esperanzados al continuar con la terraza al 50%, porque cuentan con reparto a domicilio, el cual se ha visto incrementado en las últimas semanas, lo que les compensa la falta de gente que hay en el interior. 

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