Las viejas minas de Vilaoudriz continúan dando alegrías editoriales y ofreciendo información interesante para una amplísima comarca ya que se trató de una industria de extracción de mineral de hierro que llegó a proporcionar sustento de forma directa a más de medio millar de familias al mismo tiempo. Es uno de los datos que se van a poder ver en un libro editado por Gabriel Ramallal y que estará en distintas librerías de toda la comarca en un par de semanas.
El libro es básicamente un estudio de dichas minas pero realizado desde un punto de vista fundamentalmente económico, tal y como explica su propio autor.
Ramallal indica que se trata de un estudio que está "muy documentado". Para hacerlo no se sustrajo de algo que necesariamente va ceñido a las minas: el ferrocarril. Cuenta que la tirada es "muy pequeña" porque no se trata de un volumen escrito para el gran público, sino más bien un objeto de estudio destinado a universidades, archivos o bibliotecas donde pueda utilizarse sobre todo como libro de consulta debido a la gran cantidad de datos que atesora. Estos van desde su producción a las tarifas que tenían que pagar los viajeros del tren.
Ramallal, originario de A Pontenova, recuerda que comenzó a trabajar en este libro "porque me encontré viendo cosas por internet y que en el Archivo de Santiago había abundante documentación de todos los años. Fui a Santiago a verlo y eso a su vez me fue llevando a otros distintos como la Dirección General del Estado o a Vizcaya para consultar cómo era el comercio internacional del hierro en la época en la que estaba trabajando la mina. Recogí también información del Boletín Oficial del Estado de la época, con lo que creo que quedó bien documentado".
La idea del autor pasaba por conectar estas minas con la zona de El Bierzo
A pesar de este aspecto para el estudio más en profundidad, el autor indica que realiza una introducción algo distinta. En ella, durante solo diez páginas, recoge información de corte más general e interés para un público mucho más amplio.
Ramallal dice que ese inicio "es una especie de resumen desde que empezó la extracción del mineral al final de la I Guerra Mundial, que fue una auténtica catástrofe porque la producción cayó de forma radical y, básicamente, se acabó el negocio". También allí se cuenta cómo se explotaba la mina y otras curiosidades siempre interesantes para la gente que quiera tener una noción no tan profunda de un episodio que es historia viva de la sociedad mariñana.
Ramallal incide en que en realidad incluso pudo haber llegado a tener aún más impacto de llegar a cumplirse el proyecto redactado por el ingeniero Lazúrtegui.
Explica que su idea pasaba por conectar estas minas con la zona de El Bierzo, en León, y por el camino ir recogiendo mineral aportado por otras explotaciones diferentes hasta llegar al embarcadero de Ribadeo, O Cargadeiro. "Era algo que estaba muy bien pensado, pero que por diferentes circunstancias y avatares de tipo incluso internacional finalmente no pudo llevarse a cabo".
De hecho, el autor de este volumen habla con particular admiración de la figura de Lazúrtegui, a quien califica como una auténtica autoridad en el campo de la siderurgia, una opinión que indica que era compartida en Madrid por los ministros de la época.
